Jason Kidd anuncia su fin en la NBA

NUEVA YORK - El baloncesto profesional de la NBA vivió hoy la retirada del veterano base Jason Kidd, que a sus 40 años, y después de 19 en activo dijo adiós a una carrera que le garantiza un puesto dentro del Salón de la Fama.

Kidd, que la pasada temporada jugó con los Knicks de Nueva York, dio a conocer de manera oficial que había llegado el momento del "adiós" porque la mente sigue pensando que puede seguir, pero el esfuerzo físico es otra cosa.

"He tenido una gran carrera, nada menos que 19 años en activo y con grandes equipos", destacó Kidd. "Ahora es el momento de dedicar mi tiempo a mi familia, participar con mis hijos en actividades y pensar en mi futuro como entrenador y hacer algún tipo de trabajo con la televisión".

El veterano base de 40 años fue seleccionado por los Mavericks con el número dos en el sorteo colegial de 1994 después de haberse formado en la Universidad de California.

Kidd jugó luego con los Suns de Phoenix, Nets de Nueva Jersey, volvió a los Mavericks y cierra su brillante carrera profesional con los Knicks.

Durante las 19 temporadas en la NBA, Kidd logró promedios de 12.6 puntos; 8.7 asistencias; 6.3 rebotes y 1.9 recuperaciones de balón en los 1,391 partidos de temporada regular que disputó.

También fue brillante su participación en la competición de la fase final a la que llegó en 17 temporadas consecutivas con sus respectivos equipos.

Kidd en la lucha por el título de liga jugó 158 partidos y logró promedios de 12.9 puntos; 8.0 asistencias; 6.7 rebotes y 1.9 recuperaciones de balón.

"Jeff (Schwartz), mi agente, y mi familia conversaron conmigo durante todo el fin de semana sobre la decisión que debía tomar", explicó Kidd. "Llegamos a la conclusión de que era el momento perfecto para seguir adelante con mi vida y notificarlo a los Knicks, especialmente porque les había dicho que pensaba regresar".

Kidd, que tenía firmado dos años más de contrato con los Knicks y un salario de tres millones de dólares por temporada, deja un legado de triunfos de equipo e individuales después de haber conseguido el primer título de liga en la historia de los Mavericks y dos medallas de oro olímpicas con Estados Unidos.

"El título de liga y las medallas de oro olímpicas son los dos logros con los que me siento más orgullo como profesional al igual que haber recibido el premio de Novato del Año, en 1995, cuando lo compartí con Grant Hill", destacó Kidd.

Pero son sus números como profesional los que le dan una garantía que entrará a formar parte del Salón de la Fama en un futuro cercano.

Kidd, seleccionado 10 veces al Partido de las Estrellas, logró durante cinco temporadas ser el líder de asistencias de la liga y concluyó su carrera segundo en la lista de todos los tiempos (12,091), sólo superado por el legendario y ya miembro del Salón de la Fama, John Stockton (15,806), que ocupa el primer lugar.

"Lo más importante y grande que hay en el deporte es conseguir triunfos", señaló Kidd. "No importa qué porcentajes consigas, las estadísticas que logres en el sentido de puntos, asistencias, rebotes y recuperaciones de balón, al igual todo se concreta en triunfos y de ahí mi filosofía de hacer mejor a mis compañeros".

Kidd dijo que su objetivo siempre que salía al campo no era preocuparse por sus números sino que los compañeros fuesen los mejores y como equipo pudiesen conseguir la victoria.

"Hacer mejor a tus compañeros es lo que más te satisface como jugador y profesional", subrayó Kidd. "Eso creo que ha quedado siempre patente en la manera como he jugado".

Pero los 107 triples dobles que consiguió como profesional le permitieron superar a leyendas y miembros del Salón de la Fama como Oscar Robertson y 'Magic' Johnson.

También la manera como participó en la reconstrucción de los Nets con los que logró que el equipo alcanzase por primera vez la marca de 50 triunfos y por dos años consecutivos llegasen a las Finales de la NBA, que perdieron ante Los Ángeles Lakers y los Spurs de San Antonio, fue algo considerado por Kidd como "muy especial" porque partieron desde abajo con el entrenador Byron Scott.

"Siempre confió en mí y desde mi llegada al equipo hicimos cosas muy importantes e históricas", comentó Kidd. "Todos los entrenadores que he tenido han sido grandes profesionales, pero Scott fue muy especial, lo mismo que Rick Carlisle. El triunfo junto a Dirk Nowitzki en las Finales del 2011 fue al algo inolvidable".

Kidd también alabó a la actual plantilla de los Knicks y a la organización, y dijo que estaba convencido que lucharían por un título de liga porque tienen por delante un gran futuro.

Desde dentro de la organización de los Knicks, tras conocer la decisión de Kidd de retirarse, las alabanzas para él no se hicieron esperar y mostraron el sentimiento unánime de haber sido afortunados de tener la oportunidad de conocer a un gran profesional y persona.

"Su liderazgo dentro del equipo ha sido muy importante para el crecimiento del equipo y sentimos su marcha porque será un profesional al que de verdad se le echará de menos tanto dentro del vestuario como en el campo", subrayó el entrenador de los Knicks, Mike Woodson en un comunicado oficial. "Consideró un honor el poder decir que trabajé con él"

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