“7 días en La Habana” inspira a Benicio del Toro

SAN SEBASTIAN, España - El actor Benicio del Toro, que debuta en la dirección con uno de los siete cortometrajes que componen la película "7 días en La Habana", ha reconocido en una entrevista con Efe que le "interesaría" dirigir, aunque por el momento "no tiene nada concreto".


El actor reconoce que, después del esfuerzo de interpretar al Che, "le cuesta" que un papel le estimule; "lo que me motivaría ahora sería dirigir" y añade que le gustaría "sumarle riesgos" a su vida laboral, no porque esté cansado de ser actor, sino porque el tiempo se le pasa "más rápido" cuando piensa en "un cuento" (una película).


En la película coral "7 días en La Habana", Del Toro firma "El Yuma", el corto que corresponde al lunes, donde muestra su buen hacer y, sobre todo, un sentido del humor que se agradece.


"'El Yuma' es mi primera experiencia como director y fue muy especial para mí porque me ayudaron mucho; la verdad es que la pasé muy bien, dormimos poco -sonríe- pero trabajamos fuerte" y reconoce que aquello le movió a un nuevo interés.


"Me interesaría eventualmente dirigir algo, pero por ahora no tengo nada concreto", dice con cara de creerse poco lo que está diciendo, aunque asegura que "está escribiendo".


"Escribo cosas en manteles, servilletas, papelillos...", bromea, para admitir que "sí, en algún momento", le gustaría escribir un guión.


El corto trata de explicar de dónde viene la palabra "Yuma", que es "el modo en el que los cubanos se refieren a los norteamericanos -señala Del Toro- pero el origen no se sabe".
Basado en un relato de Leonardo Padura, coordinador del guión de "7 días en La Habana", "El Yuma" lleva dentro la comedia, pero Del Toro también le ha metido "corazón", afirma.


El actor también presentó ayer en San Sebastián su último trabajo con Oliver Stone, "Salvajes" (Savages), en la que interpreta a Lado, un sicario brutal y desmedido de un cártel mexicano, que le ha valido ganarse algunos reproches por la imagen patética del narcotraficante. "Un latino malón" que Del Toro no se habría atrevido a interpretar con cualquier otro director. "Lo hago con Stone", explica.


Su experiencia en el mercado norteamericano que, sin embargo, dice, sigue escatimándole papeles por ser latino (aunque a él eso no le importe lo más mínimo, según asegura), le ha servido para aprender que "para hacer cine hay que rodearse de talento, de los mejores, tener un buen conjunto de buenas individualidades, y tú ver cómo echarle agua a esa mata para que suba".

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