La increíble crónica de un hombre solo

No te pierdas la última película de Matt Damon

El gran Gabriel García Marquez dijo alguna vez que la mejor noticia no es la que se publica primero sino la que está mejor redactada. En otras palabras, cómo se cuenta una historia es lo que importa.

Y el director británico Riddley Scott hizo precisamente eso con su última película. The Martian (El marciano) sigue los pasos de Mark Watney, un astronauta de NASA, especialista en botánica, que es literamente dejado por muerto en Marte por sus colegas, tras una feroz tormenta que los obliga a abandonar el Planeta Rojo.

El cara-de-bueno de Matt Damon se pone en la piel del botánico que solo tiene comida para unos meses y debe recurrir a cualquier artimaña para sobrevivir. El tipo sabe que la Tierra está a unos 225 millones de kilómetros y que cualquier ayuda o misión de rescate tardaría, mínimo, cuatro años en llegar.

Scott, quien a sus 77 años ha perdido el pelo pero no sus mañas, maneja los tiempos del relato como ninguno. Va y viene entre lo que sucede en Marte y allá lejos, en el control central de NASA, en Houston.

 Vemos a Watney en su blog. Lo seguimos cuando planta papas en un ambiente cerrado y oxigenado. ‘Tengo que hacer agua y producir comida donde no crece nada’, dice, ante la cámara. 

A esto le sumamos las distintas texturas de la imagen ya que seguimos la historia a través del ‘dash cam’ del módulo marciano que usa Watney para ir de un lado a otro, en busca de esa lejana e imposible salida a su increíble situación. Lo seguimos también en su blog. Y en los mensajes de texto que lo conectan con sus colegas y lo mantienen vivo.

Y Scott nos mete con él, en la historia, de la mano de un gran Damon que comprueba una vez más que es un actor de veras, uno que le agrega de manera natural esa cosa de ‘vecino de al lado’, un tipo común y corriente, que gana nuestra simpatía. Y credibilidad. Damon es el verdadero héroe del cine norteamericano.

Una más, que cierra la historia de manera brillante: la banda de sonido. El director de películas tan dispares pero magistrales como ‘Alien’, ‘Blade Runner’, ‘Thelma y Louise’ y ‘Gladiador’, ganadora del Oscar, utiliza un recurso extraordinario pero alocado y riesgoso, como lo es la música disco.

Temas como ‘Waterloo’ de Abba y ‘Hot Stuff’, de Donna Summers, suenan en medio de la superficie marciana, mientras Damon se queja del mal gusto musical de su colega mujer, de quien rescata su colección musical, entre otras cosas, dejada atrás por la partida inesperada. Las canciones teminan siendo sus compañeras, aquellas que lo mantienen vivo, como lo fue Wilson para Tom Hanks, en 'Cast Away' (Náufrago), otra historia de supervivencia.

El estreno de la película le cae de maravillas a una NASA devaluada que en los últimos años ha visto cómo su misión ha perdido rumbo. A la reciente confirmación del hallazgo de agua en la superficie de Marte, se agrega ahora este film, que seguramente le dará a la agencia espacial un 'empujoncito' a sus aspiraciones.

Ni hablar de los premios Oscar. Damon, al menos, ya debe estar en la mente de los jerarcas de Hollywood para la candidatura como Mejor Actor.

Salvo las escenas de puro patriotismo - con banderas norteamericanas por doquier, y ese fetiche de Hollywood de mostrar un mundo unido y perfecto entre las naciones-, ‘The Martian’, basada en la primer novela de Andy Weir, y con Jessica Chastain, Michael Peña y Jeff Daniels, entre otros, es de lo mejor de Riddley Scott.

Con toques de humor, tensión, suspenso, humanismo, y eso que se llama supervivencia, el film es un excelente ejemplo de lo que es una buena narración. Y es que de eso se trata el cine, de cómo se cuenta una historia.

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