Activistas marchan por una reforma

WASHINGTON -- Activistas de EE.UU. celebraron el domingo un "día nacional para dejar de separar a las familias", una jornada de acción civil que recorrió 36 ciudades en 24 estados con la que buscan presionar al Congreso y la Casa Blanca mientras crecen las voces en Washington que dan la reforma migratoria por muerta. "Hoy marca el día en el que básicamente nos damos por vencidos (respecto a las opciones de la reforma migratoria), porque el liderazgo republicano ha indicado que no tiene valentía ni intención de impulsarla", dijo hoy a Efe la portavoz de la coalición Movimiento por una reforma migratoria justa (FIRM), Kica Matos. Un año después de la aprobación del proyecto de reforma en el Senado, y ante la inacción en la Cámara de Representantes, FIRM organizó una jornada para marcar el 28 de junio, fecha límite que la coalición de activistas de todo el país había puesto a los congresistas para que actuaran en esa legislación. El "día nacional para dejar de separar a las familias" contó con marchas, actos de desobediencia civil y encuentros frente a las oficinas del partido republicano y las de los servicios de inmigración, con lemas como "Obama pedimos que detenga las deportaciones YA" y "Dejen de separar familias". Los organizadores esperaban reunir a más de mil personas en sus dos mayores manifestaciones, en Nueva York y Los Ángeles, y también se han movilizado para inscribir a votantes en grandes cantidades, para enviar el mensaje a los republicanos de que serán "castigados" por su inacción en las elecciones legislativas de noviembre. "No sólo queremos poner presión a legisladores ahora, sino que queremos que vean los resultados en noviembre y en (las elecciones presidenciales de) 2016", indicó Matos. El legislador demócrata Luis Gutiérrez dio esta semana por muerta la reforma, dado que apenas quedan unos días para el receso del 4 de julio y no hay posibilidades de aprobarla más adelante debido a la cercanía de las elecciones legislativas de noviembre. La Casa Blanca ha evitado confirmar el fracaso de la legislación, pero ha dicho que comparte la "frustración" de Gutiérrez. Los activistas que se manifestaron hoy también consideran "responsable" en parte de la "crisis" migratoria que vive el país al presidente estadounidense, Barack Obama, bautizado por algunos grupos proinmigrantes como el "deportador en jefe" por el récord en deportaciones durante su mandato, con más de 2 millones. En marzo, Obama encargó al secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, un informe sobre las deportaciones para estudiar cómo aplicar la normativa de forma "más humana", pero la oposición republicana le advirtió de que cualquier acción por decreto en ese sentido anularía toda posibilidad de aprobar una reforma migratoria. Por eso, Obama pidió a finales de mayo a Johnson poner en suspenso esa revisión y hoy los activistas instaron a la Administración a retomarla. "Estamos insistiendo en que el presidente nos dé alivio administrativo para las familias que están siendo separadas, que revise la política de las deportaciones lo antes posible. Queremos que tome una acción bastante agresiva", señaló Matos. "Cada vez que llega una crisis en otros temas, Obama nos empuja (a los activistas que piden una reforma migratoria) al final de la cola, y así constantemente", lamentó. Portland (Oregón), Chicago (Illinois), Little Rock (Arkansas), Charlotte (Carolina del Norte), Houston (Texas) fueron otras de las ciudades que acogieron eventos en la jornada de acción ciudadana. La central sindical AFL-CIO, Casa Maryland, American Federation of Teachers (AFT), Asian Pacific American Labor Alliance Catholic Social Services de Philadelphia, Illinois Coalition for Immigrant and Refugee Rights, o National Council of La Raza están entre las ochenta organizaciones que apoyaron la jornada.

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