“Boston Strong”, corriendo sin miedo

El 15 de abril del 2013, marcó a Boston y al deporte. La maratón más antigua del mundo pasó a la historia tras la explosión de dos bombas caseras que cobraron la vida de tres personas y dejaron 250 heridos.

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Hoy los sobrevivientes continúan su lucha por recuperarse y la ciudad ha recuperado su ritmo normal, pero ahora más fuerte. La línea de meta esta lista y bajo el lema “correremos de nuevo” este 21 de abril muchos que no pudieron cruzar la meta el año pasado intentarán de nuevo hacerlo ahora.

Ciudadanos como Brian Donovan, vecino de la ruta de Natick, a pesar del temor de que un nuevo ataque pudiera producirse, se dice más listo que nunca para estar ahí, motivando a los corredores como todos los años, solo que ahora con más fuerza “retando al terrorismo” señaló.

El tradicional “túnel del Grito” de la Calle Central formado por los estudiantes de Wellesley College, este año está a cargo de Molly Tyler, estudiante originaria de Somerville. Las solicitudes de rótulos para este año son principalmente de corredores que no pudieron terminar la justa el año pasado, lo que motiva a los estudiantes a hacer su labor mucho mejor que antes.

La bandera “Boston Strong” ya está en la fachada de la estación de bomberos en la esquina de la Washington Street y la Commonwealth Avenue en Newton, punto de encuentro y una ruta popular para los corredores. Y se ha podido observar un incremento de los atletas que se preparan para el gran día.

El restaurante Forum, en Boylston Street, justo a un costado de la línea de meta del maratón de Boston, fue el edifico más cercano a la segunda explosión. Sus empleados se encuentran más que listos para recibir el maratón este año, incluso Erinn Fleming, que aseguraba que nunca correría un maratón, se preparó y está lista para la carrera de este año.

Corredores latinos como Oliver Landeo Carranza, corredor peruano, quien corría por primera vez fuera de su país ese fatídico 15 de abril del 2013, presenció de cerca las explosiones y ayudó a los policía a auxiliar a los heridos, por lo que pudo terminar. Hoy están listos para para mejorar su marca personal y con muchas ganas de correr.

Este año la organización del maratón aumentó la plantilla de incripciones de 27 mil permitidos en los últimos años a 36 mil.

Las medidas de seguridad se han incrementado. Más de un centenar de cámaras están siendo instaladas a lo largo de la ruta. Se tendrán también 50 puntos de observación, así como ambulancias y más de un centenar de paramédicos.

En años pasados era común escuchar las quejas por el tráfico y congestionamientos que provocaba el cierre de calles por el maratón. Este año las quejas han enmudecido.

“En este acto, Boston una vez más se erige unido: rindiendo tributo a aquellos afectados por los eventos del año pasado y una vez más mostrando al mundo que el espíritu de recuperación de la ciudad se mantiene vivo”, expresó el alcalde de la ciudad, Martin Walsh.

Boston correrá nuevamente, ¡más fuerte y sin miedo!

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