La ley federal dice que los estados y localidades con una historia de discriminación no pueden cambiar los procedimientos de votación sin obtener la aprobación del Departamento de Justicia o un tribunal federal en Washington.
Texas, está pidiendo a la Corte Suprema que permita el uso de los nuevos distritos electorales aprobados por el Congreso y la legislatura estatal para las elecciones de este año.
La cuestión es si los latinos y afro-americanos que representan la gran mayoría de los 4 millones de nuevos residentes del estado contabilizados en el Censo de 2010, tienen el poder político suficiente.
La disyuntiva de los magistrados es si el plan del estado o de los mapas dibujados por los jueces federales en San Antonio que son más amigables a las minorías debería entrar en vigor, o si algún nuevo esfuerzo debe ser hecho.
A no ser que la Corte estipule algo diferente, las primarias serán el 3 de abril. Inicialmente eran el 6 de marzo pero debido a la disputa sobre la redistribución de distritos fue aplazada.
