Si a su hijo o hija le encantan las mascotas, y más las silvestres, quizás su pasión sea convertirse en veterinario.
Tal es el caso del veterinario Carlos Sanchez quien desde que era muy pequeño comenzó su amor por la medicina para animales silvestres.
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Su experiencia como veterinario se ha extendido a Londres y América. En el 2000 se convirtió en el primer latinoamericano en ser aceptado en una residencia de medicina en un zoológico de los Estados Unidos.
Sin embargo, él dice que esta oportunidad representó una gran responsabilidad para dejar la puerta abierta a más veterinarios latinoamericanos.
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Él le dice a los estudiantes hispanos que viven aquí en los Estados Unidos que no hay imposibles para hacer sus sueños realidad.