Miembros de una comunidad en Dallas se reunieron con agentes del FBI y representantes del departamento de justicia luego de que se registraran más de una decena de ataques violentos en su vecindario.
Las personas dicen sentirse con miedo de salir de sus casas y cumplir sus actividades regulares ya que piensan que en cualquier momento podrían convertirse en víctimas.
En la reunión se mencionó la preocupación de que el estado migratorio de algunas personas puede ser el obstáculo para denunciar más crímenes.
Líderes comunitarios mencionaron estar preocupados de que las autoridades no estén haciendo nada por resolver el tema.
Los residentes ahora mencionan que no solo tomarán acciones de su parte si no que también le pedirán a los dueños de tiendas y negocios del lugar que cooperen.
Las autoridades del FBI insistieron en la necesidad de denunciar la actividad criminal directamente a las autoridades federales y no esperar a que la policía comparta con ellos la información.
