Un vuelo de American Airlines programado para salir de Costa Rica a Dallas se retrasó durante cuatro horas y los miembros de la tribulación aprovecharon para hacer una pequeña sesión fotográfica.
Brian Kelley, un pasajero dentro del avión, comenta que estaba harto de estar sentado en su silla, momentos más tarde se asomó por la ventanilla y se dio cuenta que algo estaba pasando en plena pista de despegue.
El hombre se percató que una azafata estaba en una sesión fotográfica en plena turbina y el fotógrafo era el mismísimo piloto del avión.
Ante el descontento y el alboroto que ocasionaron los pasajeros, American Airlines emitió un comunicado diciendo lo siguiente:
“Nuestra tripulación hizo lo mejor para atender a los pasajeros durante una circunstancia difícil, pero eligieron el peor momento para tomar una foto conmemorativa. Estamos poniéndonos en contacto con todos los pasajeros del vuelo para solucionar la situación”.
Y es que las fotos no podían esperar más ya que según la empresa, la azafata se iba a jubilar y quería tomarse unas fotos de despedida.
American Airlines le ha ofrecido a las personas afectadas vuelos gratis y millas de AAdvantage. Aún se desconoce si la tripulación va a ser sancionada.
