Empiezan audiencias sobre inmigración

WASHINGTON - El alcalde de San Antonio Julián Castro abogó el martes a favor de conceder a los 11 millones de inmigrantes sin papeles, una vía a la naturalización, al comparecer durante la primera audiencia legislativa desde que el presidente Barack Obama presentara la semana pasada su propuesta de reforma migratoria.

"La opción a la naturalización debería ser la opción. El Congreso la ha adoptado varias veces a lo largo del tiempo", dijo Castro durante la audiencia celebrada por el comité en pleno del comité judicial de la cámara baja.

"Discrepo con la descripción de que es una medida extrema. Lo extremo sería abrir las fronteras, y nadie está pidiendo eso", respondió el alcalde demócrata al presidente del comité, el republicano Bob Goodlatte, quien le preguntó si hay una opción intermedia que se ubique entre las dos más extremas: deportaciones masivas y permitir que los indocumentados se naturalicen.

Goodlatte abrió la audiencia diciendo que su objetivo es explicar a los legisladores "por qué nuestras leyes migratorias no han sido aplicadas debidamente. Y ellos tienen muchas preguntas sobre cómo funcionaría un programa de legalización a gran escala, cuánto costaría, y cómo evitaría la inmigración ilegal en el futuro".

Un grupo de jóvenes interrumpió brevemente la audiencia cuando comenzaron a gritar la consigna en inglés "Indocumentado y sin miedo".

Castro mencionó en varias ocasiones a Obama, quien la semana pasada presentó su propuesta para una reforma, la cual concedería a los inmigrantes sin documentos la opción de naturalizarse siempre que se sometan a revisiones de seguridad nacional y prontuario policial, paguen impuestos y una multa, esperen que se hayan atendido todas las solicitudes presentadas previamente por los inmigrantes legales y aprendan inglés.

El planteamiento de Obama coincide mayormente con el presentado por ochos senadores, pero la principal discrepancia es que los senadores buscan condicionar la opción a la naturalización a mejorar la seguridad en la frontera y la supervisión para que los portadores de visas no excedan su estadía en territorio estadounidense.

Castro calificó como "sin precedentes crear un grupo de personas en limbo jurídico que no le permita naturalizarse"; al referirse a la posibilidad de asignarle a los indocumentados un estatus legal temporal sin definir claramente los periodos y requisitos para optar a la residencia permanente, paso previo para la naturalización.

Michael Teitelbaum, académico de la facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, dijo a título personal que la seguridad varía a lo largo de la frontera con México y evitó atribuir el descenso en la cantidad de intentos para ingresar sin autorización a Estados Unidos a la mayor presencia policial.

"Hay explicaciones que compiten, no podemos responder que la aplicación de la ley es la causa principal", indicó.

Obama dijo la semana pasada que le gustaría lograr la reforma migratoria durante el primer semestre del 2013.

Goodlatte indicó que el objetivo de la audiencia celebrada el martes es explorar maneras de arreglar el sistema migratorio, y que audiencias venideras serán celebradas por el subcomité de Inmigración y Seguridad Fronteriza.

El comité judicial del Senado convocó para el 13 de febrero su primera audiencia sobre la reforma migratoria.

La legislación está en gran desventaja en la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos conservadores y en la que se ha mostrado poco interés por una reforma migratoria, aunque seis representantes trabajan en una propuesta de reforma migratoria y planean tenerla lista y difundirla cuando Obama pronuncie su discurso sobre el Estado de la Unión el 12 de febrero.

Castro, único hispano de los ocho testigos convocados a la audiencia, concluyó su testimonio diciendo que "todos sabemos que una audiencia no es suficiente. Superemos las diferencias políticas. Estados Unidos está viendo. Hagamos" la reforma migratoria.

Algunas organizaciones como el Centro para Cambio Comunitario criticaron que los testigos no incluyeran familias inmigrantes afectadas por las deficiencias del sistema legal.

"Los congresistas deben recordar que el factor más importante en la reforma migratoria es la gente, no la política", dijo Kica Matos, directora de derechos migratorios de ese grupo.

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