La fila por la residencia ¿una década?

WASHINGTON - Senadores demócratas dijeron este jueves que su propuesta para una reforma migratoria podría significar para los 11 millones de inmigrantes ilegales una espera de 10 años para solicitar la residencia permanente, un requisito previo a la naturalización.

El senador Dick Durbin, uno de los cuatro demócratas que presentó junto a cuatro republicanos una propuesta de reforma que condicionaría la naturalización de los indocumentados a la certificación de que la frontera es segura, dijo que los beneficiarios podrían permanecer con un estatus migratorio provisional durante una década.

"El proceso probablemente esté en el rango de los 10 años, y digo en el rango porque aún no lo hemos definido", dijo el senador durante una conferencia de prensa con periodistas hispanos. "Hay un elemento presupuestario, un elemento presupuestario de 10 años que guía nuestra decisión tanto como cualquier otro factor".

El senador también demócrata Robert Menéndez negó que el tiempo de espera sea "exorbitante" y alegó que la ley actual impone una veda migratoria de 10 años a los inmigrantes que permanezcan ilegalmente tres años en territorio estadounidense.

"Lo importante es que tendrías que esperar de todas maneras. La diferencia es que obtendrías la oportunidad de estar aquí, de registrarte con el gobierno, viajar, y al hacerlo te ganas la opción de naturalización", agregó el único hispano en la bancada demócrata del Senado.

Es la primera que vez que los senadores mencionan un tiempo de espera probable para que los indocumentados puedan legalizarse según su propuesta de reforma. Menéndez dijo también que las conversaciones actuales apuntan a que su propuesta de reforma incluya a los extranjeros residentes en Estados Unidos con el estatus migratorio temporal conocido por sus siglas en inglés TPS.

"Hasta que no tengamos un acuerdo real no tenemos un acuerdo, pero en las negociaciones, (los residentes con estatus de) TPS probablemente sea incluido en la opción para la naturalización. La directriz más importante es que si te encuentras físicamente en Estados Unidos de alguna manera, indocumentado, con TPS o lo que sea, probablemente podrás" optar a la naturalización.

El TPS es un estatus migratorio especial que otorga el gobierno estadounidense a ciudadanos de países afectados por catástrofes naturales, el cual les protege de la deportación y les facilita la obtención de documentos. Los ciudadanos de Honduras, Nicaragua y El Salvador gozan de TPS otorgado por Estados Unidos luego de desastres naturales.

La propuesta de los ocho senadores coincide mayormente con la propuesta presentada por el presidente Barack Obama, pero la principal discrepancia es que los senadores buscan condicionar la opción a la naturalización a mejorar la seguridad en la frontera y la supervisión para que los portadores de visas no excedan su estadía en territorio estadounidense.

El plan de Obama concedería a los inmigrantes sin documentos la opción de naturalizarse siempre que se sometan a revisiones de seguridad nacional y prontuario policial, paguen impuestos y una multa, esperen que se hayan atendido todas las solicitudes presentadas previamente por los inmigrantes legales y aprendan inglés.

Los senadores han dicho que esperan tener el 1 de marzo un proyecto de ley que refleje los principios expresados en su propuesta y el comité judicial celebrará su primera audiencia sobre la reforma migratoria el 13 de febrero.

La Casa Blanca ha dicho que si el Congreso no ha mostrado progreso sustancial en marzo, Obama presentará su propio proyecto de ley en el tema que ha calificado como su "prioridad legislativa número uno".

Obama resultó relecto el 6 de noviembre para un segundo mandato de cuatro años al recibir el 70% del voto hispano, pese a que incumplió su promesa de lograr una reforma migratoria durante su primer mandato y deportó a un promedio anual sin precedentes de 400.000 personas.

El senador demócrata Charles Schumer dijo que el comité judicial "celebrará cuantas audiencias sean necesarias" y que el proyecto de ley será analizado minuciosamente por los comités para evitar que enmiendas polémicas sean introducidas durante la fase posterior en el pleno del Senado, tal como ocurrió con la fallida reforma migratoria del 2007.

"Tendremos audiencias en pleno del comité en las que cualquiera podrá presentar enmiendas. Si algunas son polémicas y tienen la posibilidad de ser aprobadas por el comité, sabremos con anticipación y podremos intentar hacer algo al respecto", dijo.

El presidente del Senado, el demócrata Harry Reid, reiteró que su bancada no intentará abordar la reforma migratoria en proyectos de ley separados, tal como han sugerido algunos republicanos, especialmente en la cámara baja.

"No lo haremos por partes, eso se acabó. (Incluiremos) El Dream Act, los trabajadores estacionales, trabajadores de carreras científicas. Nada avanzará a menos que haya una opción para las personas que están aquí indocumentadas se naturalicen. Estoy comprometido a lograrlo", indicó.

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