Obama enfrenta tarea urgente

WASHINGTON - El presidente Barack Obama enfrenta una tarea urgente ahora que ha conseguido la reelección: trabajar con un Congreso inalterado para abordar una inminente crisis financiera que, de acuerdo con los economistas, podría llevar al país a la recesión. "Ustedes hicieron que su voz se escuchara", dijo Obama en su discurso de agradecimiento, señalando que cree que el grueso del país respalda sus políticas. Es un punto de fricción para los republicanos en la Cámara de Representantes, que seguramente se opondrán a ello. Los mismos electores que dieron a Obama otros cuatro años en el gobierno eligieron también un Congreso dividido, apegándose a la dinámica que ha hecho tan difícil que el presidente promueva su agenda. Los demócratas retuvieron el control en el Senado, pero los republicanos mantuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes. El presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, habló de un mandato dual. "Si existe un mandato, es un mandato para ambos partidos para encontrar un punto en común y tomar decisiones juntos con el fin de ayudar a nuestra economía a crecer y crear empleos", dijo. El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, presentó una evaluación más dura. "Los votantes no han avalado los fracasos o excesos del primer periodo del presidente", dijo McConnell. "Simplemente le han dado más tiempo para terminar el trabajo que le pidieron hacer" junto con un Congreso equilibrado. La cerrada victoria de Obama en nada se pareció a la alborozada celebración en 2008, cuando su elección llena de esperanza y cambio como el primer presidente de raza negra cautivó al mundo. Esta vez, Obama la apagó con un discurso sobre mantener el camino que básicamente se reduce a una petición de mayor tiempo para hacer las cosas bien y esperar que el Congreso sea más transigente que antes. Los retos de mayor presión justo después de la designación del 44to presidente estadounidense resultan familiares: una economía que se recupera muy lentamente, 23 millones de personas sin empleo o en busca de uno mejor, una guerra civil en Siria, y un amenazante estancamiento sobre el programa nuclear de Irán. Marcadas diferencias con los republicanos en el Congreso respecto a impuestos, gastos, reducción de déficit, inmigración y más están a la espera. Mientras los republicanos controlan la Cámara, los demócratas cuentan con al menos 52 votos en el Senado y los republicanos 45. Un candidato independiente electo no ha dicho a cuál partido apoyará, y las contiendas en Montana y Dakota del Norte no han terminado. Mitt Romney, de 65 años, admitió la derrota en un breve mensaje ante simpatizantes decepcionados en Boston. Convocó a todos los estadounidenses a orar por Obama e instó a los ganadores de los comicios de la noche a dejar de lado las rencillas políticas y a "atravesar el pasillo" hacia los que no piensan igual para atender los problemas del país. La atención concedida por el presidente a los estados clave le permitió obtener 303 -contra 206 de Romney- de los votos del Colegio Electoral, muy por encima de los 270 necesarios para llevarse el triunfo en ese conteo decisivo. En un hecho significativo, dado los problemas económicos que enfrenta el país, sólo perdió dos estados que capturó en 2008: Indiana y Carolina del Norte. Florida, otro estado ganado por Obama hace cuatro años, seguía con resultados muy apretados y no se había anunciado un ganador. Las elecciones enfrentaron dos visiones muy distintas de gobierno: si éste debe ocupar un lugar protagónico, en la primera fila de las vidas de los estadounidenses, o si debe relegarse a un papel secundario, como un simple facilitador de la actividad de las empresas privadas. La economía fue considerada el tema principal por aproximadamente el 60% de los votantes que respondieron a una encuesta a boca de urna. Alrededor de cuatro de cada 10 dijeron que la situación económica se está corrigiendo. Más de la mitad opinó que la economía sigue igual de mal o se encuentra peor que en el estallido de la crisis en 2008. Pero una proporción significativa consideró que el ex presidente George W. Bush es más responsable que Obama por esta situación. La encuesta fue realizada a pedido de The Associated Press y de un grupo de cadenas de televisión. El desempleo se ubicaba en 7,9% el martes, más alto que cuando Obama asumió el poder. Y pese a indicios de progreso, la economía sigue en problemas después de la peor recesión en la historia. El costo de la larga campaña alcanzó los miles de millones de dólares, muchos erogados en duras críticas hacia los respectivos adversarios de los candidatos. Durante la guerra de anuncios, que costó casi 1.000 millones de dólares, Romney y los republicanos erogaron más de 550 millones, mientras que Obama y sus aliados desembolsaron 381 millones, de acuerdo con organizaciones que dan seguimiento a esa información. Según la encuesta a boca de urna, un 52% de los votantes considera que Obama es más cercano al ciudadano común, frente a 44% que dijo eso de Romney. Cerca del 60% opinó que los impuestos deberían aumentar, uno de los temas que más dividieron al presidente y a Romney. El presidente quiere elevar los impuestos a la gente de mayores ingresos, algo a lo que se opone su rival.

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