Alcohol y energizantes: mezcla peligrosa

El año pasado una joven universitaria viajó con sus amigos de vacaciones pero de regreso del paseo, tuvo que ser llevada de emergencia al hospital porque en el autobús presentó un cuadro severo de taquicardia, además de que las manos y todo el cuerpo se le acalambraron. El diagnóstico de los médicos fue que por haber abusado de las bebidas energéticas mezcladas con alcohol la joven tuvo un aumento de la presión tal, que le pudo provocar un infarto al corazón. El caso de esta joven no es aislado pues en las fiestas o en los bares es muy común que en la carta de bebidas presenten atractivos cocteles compuestos de bebidas energéticas con alcohol. Los adolescentes “ni tardos ni perezosos” las consumen con la idea de que los hará estar alertas toda la noche, sintiendo menos la embriaguez.

Un nuevo estudio advierte que este tipo de bebidas, las más populares, tales como Red Bull y Rockstar presentan peligros potenciales para los adolescentes, especialmente cuando se mezclan con alcohol. El estudio publicado en “Pediatrics in Review” llega a la conclusión de que las bebidas cargadas de cafeína puede causar latidos rápidos del corazón, presión arterial alta, taquicardia, excitación, hipertensión, obesidad y otros problemas de salud en los adolescentes. En combinación con el alcohol, “los daños potenciales pueden ser graves”, señalaron los autores. Una cuarta parte de los estudiantes encuestados en 10 universidades de Carolina del Norte dijeron que habían consumido bebidas energéticas con alcohol en el último mes. Y 23 estudiantes universitarios en Nueva Jersey y 9 en el estado de Washington fueron hospitalizados en el 2010 después de beber una bebida energética enriquecida con alcohol. "No hay sensacionalismo. Estas bebidas pueden ser peligrosas para los adolescentes", dijo el autor principal del estudio, el Dr.Kwabena Blankson, especialista en medicina adolescente en el Centro Médico Naval de Portsmouth, Virginia "Contienen demasiada cafeína y otros aditivos de los que no sabemos lo suficiente. Comer sano, hacer ejercicio y dormir lo suficiente son mejores maneras de obtener energía". Los médicos y los padres necesitan "Hablar con los adolescentes sobre los efectos secundarios de las bebidas energéticas y por qué podrían no ser seguras ", dijo Blankson. "Tienen que preguntarle a sus hijos si están bebiendo este tipo de cosas y proponerles alternativas más saludables." Las autoridades sanitarias estadounidenses también han hecho sonar las alarmas sobre las bebidas energéticas. El Abuso de Sustancias y la Administración de Servicios de Salud Mental informó que las visitas al hospital relacionadas con este tipo de bebidas se duplicó a casi 21.000, entre 2007 y 2011. Alrededor del 42 por ciento de los casos también incluyen el uso de drogas o alcohol, dijo la agencia. Es evidente que abusar de estas bebidas causa estragos a la salud en diversos niveles, entonces se vuelve un imperativo informar a los jóvenes acerca de sus consecuencias. Cuéntanos, ¿Le prohibirías a tus hijos consumir este tipo de bebidas?

FUENTES:

Institutos Nacionales de Salud

Health Day

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