El Síndrome de Skeeter es básicamente una reacción alérgica severa a la picadura de un mosquito y que muchos pueden sufrir, pero en niños los casos son más delicados.
Aunque no es contagioso, su cuidado debe ser inmediato y estricto para evitar complicaciones con la hinchazón, picazón y dolor que provocan las ampollas tras la picadura.
Según el sitio picadurasdemosquitos.com hay casos raros en que puede desencadenar una anafilaxis y angiodema. Ocasionalmente se desarrolla algún tipo de asma.
El rascarse excesivamente puede conducir a una infección. Y es que tras la picadura, la comezón persiste y eso deriva en la formación de un bulto rojo.
El tratamiento para el Síndrome de Skeeter implica la administración de antihistamínicos orales y corticoides. Estos ayudan a aliviar el dolor, ardor y prurito eficazmente.
Por sobre todo, acuda inmediatamente a su médico para que recete un tratamiento adecuado y eficaz, o lleve al paciente a la sala de emergencias en caso de que haya complicaciones.