La temporada de huracanes en el Atlántico comienza el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, aunque por sexto año consecutivo la primera tormenta nombrada de la temporada se formó antes.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA por sus siglas en inglés), ha pronosticado una temporada más activa de lo normal.
Aún no se tiene una idea clara de como los cambios en nuestro planeta influyen en los diferentes parámetros de los ciclones tropicales.
Por ejemplo, según la NOAA no hay un consenso en los resultados de los modelos en el efecto que tiene el cambio climático en la frecuencia de los ciclónes tropicales.
Los datos de un estudio del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), muestran que la proporción de huracanes fuertes (Categoría 4 y 5) han aumentado en un 25-30% por grado Celsius de calentamiento desde el 1975 , y se preveen aumentos similares en el futuro.
Se ha visto también un aumento en los huracanes de rápida intensificación (un aumento de la velocidad del viento de al menos 35 mph en 24 horas).
La NOAA indica que el calentamiento es uno de los factores que puede ayudar a aumentar la intensificación rápida de los huracanes.
Según el portal de la NOAA, climate.gov, muchos modelos están de acuerdo en que el cambio climático durante el siglo 21 podrá provocar un aumento en la intensidad y precipitación promedio de los ciclones tropicales en el Altántico y en otras áreas.
Algunos estudios muestran que el aumento de las temperaturas está causando que los huracanes se tornen más intensos, produzcan más lluvias y causen mayores marejadas ciclónicas, según Climate Central.
Sin dudas, las investigaciones para entender mejor el comportamiento de los sistemas tropicales ante los cambios en nuestro planeta continuarán y nos ayudarán a contestar muchas de las preguntas que se tienen sobre los posibles efectos en estos.