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Harry Belafonte, gigante de los derechos civiles y el entretenimiento, muere a los 96 años

Belafonte fue uno de los primeros artistas negros en obtener una gran cantidad de seguidores en el cine y en vender un millón de discos como cantante; muchos todavía lo conocen por su éxito característico “Banana Boat Song (Day-O)” y su llamada de “Day-O! Daaaaay-O.”

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NUEVA YORK — El cantante, actor y activista por los derechos civiles Harry Belafonte, quien en la década de 1950 rompió barreras raciales en Estados Unidos, falleció este martes a los 96 años en su domicilio de Nueva York, informó su representante Ken Sunshine, a medios locales.

Nacido en el barrio neoyorquino de Harlem en 1927 con ascendencia jamaicana, Belafonte saltó a la fama en 1956 con el exitoso álbum de música caribeña "Calypso", que popularizó canciones como "Day-O" y "Jamaica Farewell".

Belafonte murió este martes de insuficiencia cardíaca congestiva en su casa de Nueva York, con su esposa Pamela a su lado, dijo Ken Sunshine.

Belafonte fue uno de los primeros artistas negros en obtener una gran cantidad de seguidores en el cine y en vender un millón de discos como cantante; muchos todavía lo conocen por “Banana Boat Song (Day-O)” y su llamada de “Day-O! Daaaaay-O.” Pero forjó un legado mayor una vez que redujo su carrera como actor en la década de 1960 y vivió el decreto de su héroe Paul Robeson de que los artistas son "guardianes de la verdad".

Belafonte no solo participó en marchas de protesta y conciertos benéficos, sino que también ayudó a organizarlos y recaudar apoyo para ellos. Trabajó en estrecha colaboración con su amigo y compañero generacional, el reverendo Martin Luther King Jr., a menudo interviniendo en su nombre tanto con políticos como con otros artistas y ayudándolo financieramente. Arriesgó su vida y su sustento y estableció altos estándares para las celebridades negras más jóvenes, regañando a Jay Z y Beyonce por no cumplir con sus "responsabilidades sociales" y asesorando a Usher, Common, Danny Glover y muchos otros. En la película de 2018 de Spike Lee, “BlacKkKlansman”, fue apropiadamente elegido como un anciano estadista que instruye a jóvenes activistas sobre el pasado del país.

Belafonte había sido un artista importante desde la década de 1950. Ganó un premio Tony en 1954 por su papel protagónico en "Almanac" de John Murray Anderson y cinco años más tarde se convirtió en el primer actor negro en ganar un Emmy por el especial de televisión "Tonight with Harry Belafonte".

En 1954, coprotagonizó con Dorothy Dandridge el musical "Carmen Jones", dirigido por Otto Preminger, un avance popular para un elenco de negros. La película de 1957 "Island in the Sun" fue prohibida en varias ciudades del sur, donde los dueños de los cines fueron amenazados por el Ku Klux Klan debido al romance interracial de la película entre Belafonte y Joan Fontaine.

A raíz de su gran popularidad y capacidad para romper barreras raciales en el mundo artístico, la carrera de Belafonte ha sido comparada con la de artistas de la talla de Louis Armstrong, Ella Fitzgerald o de su contemporáneo Sidney Poitier.

En 1968, la cantante británica Petula Clark, que estaba entonces en la cumbre de su popularidad, invitó a Belafonte a un programa especial de la cadena de televisión NBC y ambos cantaron un dúo durante el cual Clark tocó en un gesto cariñoso la mano de su colega.

El patrocinador de aquel espectáculo, la empresa Plymouth Motors, intentó censurar ese momento porque podía ofender a la audiencia del sur de Estados Unidos, pero Clark, que tenía los derechos del programa, se negó a ello.

Se cree que fue aquella la primera vez en que dos personas de distinto color de piel hacían un discreto contacto físico ante las cámaras.

También consiguió el apoyo para la causa de famosas estrellas de Hollywood como Paul Newman y Marlon Brando, y fue nombrado por el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy (1961-1963) como asesor cultural del recién creado Cuerpo de Paz.

Siempre estuvo de una forma u otra involucrado en política y llegó a calificar al presidente estadounidense George W. Bush (2001-2009) como "el mayor de los terroristas" por la invasión de Irak de 2003.

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