La información fue revelada por el Vaticano.
El papa Francisco murió el lunes por la mañana en el hotel Domus Santa Marta, donde vivía en el Vaticano.
Su muerte a los 88 años ocurrió casi un mes después de su vuelta al Vaticano tras una hospitalización por una neumonía bilateral.
Noticias de Texas 24/7 en Telemundo 39.

La Santa Sede indicó que Francisco sufrió un derrame cerebral que lo llevó a un coma y le provocó un fallo cardíaco.
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El cuerpo del pontífice ya se encuentra en la Basílica de San Pedro, en un ataúd de madera abierto, sencillo (así lo pidió Francisco), sin cubierta de vidrio, para los miles de fieles que lo quieran despedir.
Allí estará hasta el sábado, cuando sea enterrado.
Muchos se preguntan cómo han hecho para que el cuerpo de Francisco se mantenga en condiciones para que lo velen tantos días, a cajón abierto.

El papa Francisco pidió que no lo embalsamaran, tal como lo hicieron sus recientes predecesores, como Benedicto XVI, Juan Pablo II, Juan Pablo y Pablo VI.
No obstante, tras su muerte, el cuerpo de Francisco fue sometido a lo que se conoce como “tanatopraxia”, la técnica por la cual se afloran las principales arterias, se le coloca una sonda hasta el corazón y con un sistema de presión, se le inyecta una sustancia química que reemplaza a la sangre para eliminar bacterias, según reportan varios medios especializados como El Tiempo y El Observador.
De esta manera, se le pone un freno momentáneo a la descomposición del cuerpo para que no emita olores nauseabundos, sin que se altere el proceso de descomposición en general, que se acelerará una vez que se haya enterrado.