El director clínico del Hospital Presbiteriano de Texas, el Dr. Daniel Varga, admitió que habían hecho un error la primera vez que trataron a Thomas Eric Duncan.
“Es muy difícil para mi poner en palabras cuando nuestro paciente Thomas Eric Duncan perdió la batalla”, dijo Vargas mientras daba su testimonio en el Capitolio. Agregó que “cometieron muchos errores y lo lamentamos mucho”.
Vargas dijo que todavía no saben exactamente como las dos enfermeras, que estuvieron al cuidado de Duncan, se contagiaron con el mortal virus. El director clínico agregó que están haciendo todo lo posible para encontrar la respuesta y están revisando todos los récords médicos.
Vargas dijo que el Hospital Presbiteriano tiene solamente dos camas para tratar ese tipo de pacientes que necesitan un alto cuidado médico.
Oficiales de salud le preguntaron a Vargas que si su equipo de emergencia había tenido entrenamiento al recibir las guías del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades y Vargas contestó que “no”.
La preocupación entre los estadounidenses aumenta tras el segundo contagio en el país y aún más tras saber que la enfermera, Amber Vinson, se subió a un avión un día antes de ser diagnosticada.
Por otra parte, el presidente Barack Obama, declaró que su gobierno debe responder de una manera "mucho más agresiva" a la amenaza y, por segundo día consecutivo, canceló sus viajes fuera de la ciudad para permanecer en la capital y supervisar la respuesta contra el ébola.
En una audiencia en el Capitolio, el presidente de una comisión de la Cámara citó "fallas demostradas" en la respuesta del gobierno. El representante Tim Murphy, de Pennsylvania, dijo que la "confianza y la credibilidad de la administración y el gobierno están disminuyendo a medida que el público estadounidense pierde confianza cada día". Sentados frente a él estaban los jefes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El doctor Tom Frieden, director de los CDC, declaró que a pesar de los últimos incidentes, "seguimos confiando en que nuestros sistemas de salud y de atención pública pueden prevenir un brote de ébola aquí".