Cuando John Classe decidió compartir los dulces sobrantes de Halloween con los que llegaran tarde a pedir su dotación esa noche y con los repartidores de paquetes al otro día, nunca imaginó el visitante que llegaría.
El miércoles por la mañana, la hija de Classe se despertó y notó que había caramelos esparcidos por el pasillo delantero de su casa en Frisco al norte de Dallas.
Inmediatamente fueron al video de Nest para averiguar qué había sucedido y descubrió que pasada la medianoche, un coyote llegó a saborear los dulces.
Classe dice que el coyote se comió todos los M&M de maní y dejó los envoltorios.
El video también muestra al coyote haciendo varias pasadas a la canasta hasta que algo asustó al coyote y huyó despavorido.