Hempstead, con pasado de problemas raciales

HEMPSTEAD, Texas – Esta ciudad ubicada a unas 50 millas al noroeste de Houston está en el ojo del huracán. Bastante conocida por ser una de las mayores reservas de sandías de Texas, ahora está en la mira de propios y extraños desde que se conoció la muerte de Sandra Bland en la cárcel del Condado Waller.

Sin embargo, parece que hay una tradición mayor que las propias sandías, la de la confrontación racial.

El video de la parada de tráfico de un oficial contra la mujer afroamericana encendió pasiones y causó alarma entre la comunidad del condado, una vez conocido como "Six Shooter Junction" a causa de la violencia de la supremacía blanca en el siglo XIX.

"He vivido aquí toda mi vida", dijo Sylvester Nunn, quien es afroamericano. "Sé lo que podría suceder, pero nada me ha pasado".

Otras personas insisten en que el área de cerca de 50 millas al noroeste de Houston ha dejado su pasado turbulento atrás.

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Bland, graduada en 2009 de Prairie View A & M University, acababa de aceptar un trabajo en su alma mater, cuando fue encarcelada el 10 de julio por –supuestamente- agredir a la policía que la detuvo por no prender las luces direccionales en un cambio de carril.

Tres días más tarde, se encontró a esta mujer proveniente de Naperville, en los suburbios de Chicago, ahorcada en su celda, un suicidio, según un médico forense. Los familiares de Bland y otros partidarios ponen la causa de su muerte. Ha sido tal la resonancia de este caso, que hasta el FBI está llevando una investigación.

"Es una cosa triste," dice Michael Wolfe, alcalde de Hempstead desde 2004 y tercer alcalde de raza afro desde la década de 1980, quien agregó que la muerte de Bland y la atención negativa que ha traído" no es un fiel reflejo de la gente que vive aquí. Se crea un nivel de animosidad que no es verdad. La comunidad ha cambiado enormemente."

El fiscal de Distrito del Condado, Elton Mathis, reconoce que "hay cosas del pasado de las que no se pueden sentir orgullosos en materia de interacción racial".

Mathis dice que podría entender cómo algunas personas "mirando el pasado pueden llegar a la conclusión de que se trata de un asesinato y no un suicidio."

Sin embargo, agregó, "la gente tiene que darse cuenta de que hay una nueva generación en el control del gobierno aquí ... una generación más progresista."

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