SUTHERLAND SPRINGS, Texas- El Departamento de Seguridad Pública (DPS) y el FBI revelaron nuevos datos sobre lo que vivió la comunidad de Sutherland Springs durante la masacre en una iglesia donde fallecieron 26 personas y otras 29 fueron heridas.
De acuerdo a las autoridades, los cuerpos de las víctimas ya han sido retirados de la escena y se recuperó la evidencia de los cientos de casquillos de bala que fueron disparados por el acusado, Devin Patrick Kelley.
"El sospechoso recibió tres balazos: dos por el residente armado que le disparó, en la pierna y en el torso, y tenía un tercero que, de acuerdo a forense, parece ser el que se disparó," comentó Freeman Martin, director de DPS.
Sin embargo, las heridas de esta tragedia permanecen abiertas en los corazones de los sobrevivientes y de los familiares de las víctimas.
"Tuvimos una noche larga con nuestros hijos y nietos que todavía nos quedaron," expresó el pastor Frank Pomeroy de la iglesia Primera Bautista a donde ocurrieron los hechos. Entre las víctimas, se encuentra la hija del pastor, identificada como Anabelle.
En la conferencia de prensa, se dio a conocer que la exsuegra de Kelley asistía a esta iglesia y ya había recibido amenazas en mensajes de texto por parte del sospechoso.
