Candidatos y temas que dominaron la segunda noche del debate demócrata

Los demócratas hablaron sobre inmigración, salud, educación, empleos y el presidente Trump.

Las divisiones entre los 10 candidatos demócratas que participaron el jueves de la segunda noche del debate en Miami quedaron expuestas en temas relacionados al racismo, las edades de cada uno de los aspirantes, y sus diversas ideologías.

El momento cumbre de la noche fue el intercambio entre el exvicepresidente Joe Biden y la senadora Kamala Harris, que dio muestras de su carisma y su pericia como exfiscal general de California.

Harris dio una sólida imagen tanto en sus críticas al presidente Donald Trump, quien buscará la reelección, como a Biden, al que le interpeló directamente varias veces, una de ellas por su actuación en materia migratoria cuando era vicepresidente en el gobierno de Barack Obama (2009-2017), periodo en el que fueron deportados más de 3 millones de indocumentados.

La única afroamericana en el escenario también le criticó por sus elogios al trabajo de varios senadores segregacionistas en sus inicios políticos, una de las polémicas que ha empañado su campaña electoral.

“Fue doloroso”, dijo Harris en el momento más intenso de la noche, aunque dejó claro que no cree que el exvicepresidente sea “racista”.

Biden, que defendió su actuación al decir que se le malinterpretó y que no “elogia a los racistas”, ya que, por contra, ha apoyado numerosas medidas en favor de los afroamericanos en EEUU, aguantó como pudo los golpes de Harris.

Otro de los ataques que sufrió Biden provino del joven congresista Eric Swalwell, que señaló otro de sus puntos débiles: sus 76 años de edad.

Swalwell aseguró que hace ya 32 años el propio Biden pidió "dar el relevo a una nueva generación de demócratas".

El exvicepresidente no quiso entrar demasiado en polémica, pero Sanders, de 77 años, le defendió al decir al congresista de 38 años que esto no es un “tema generacional”, sino de quien tiene “agallas” de ir contra por Wall Street y las grandes empresas.

El alcalde de la pequeña ciudad de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, y sorpresa de esta campaña, insistió en la idea del relevo en su intervención final para pedir al electorado que lleven a Washington a una "nueva generación antes de que sea demasiado tarde".

En un debate en el que había expectación sobre las dos vertientes del Partido Demócrata, la más progresista y la moderada, Sanders tuvo menos opciones de destacar al pasar a un segundo plano este jueves la economía, uno de los ejes de su campaña socialdemócrata.

Pero tuvo tiempo para pedir una "revolución política" que permita cambiar un país en el que las tres personas más adineradas (Bill Gates, Jeff Bezos y Warren Buffett) poseen más riqueza que la mitad más pobre del país.

Volvió a haber ataques a la reforma fiscal aprobada por el gobierno de Trump y que, en opinión de muchos de los aspirantes, benefició mayoritariamente al 1% más rico de la población.

Harris criticó a Trump por pavonearse del estado de la economía cuando hay personas en EEUU que tienen que tener dos y tres trabajos para poder subsistir, mientras que Biden apostó por recuperar el voto de la clase media trabajadora, que se decantó por el republicano en 2016.

Al igual que el miércoles, el tema migratorio volvió a tener un importante espacio en el debate, en el que de nuevo se volvió a atacar al presidente.

La senadora por California, el estado con mayor número de indocumentados del país, criticó la política de deportaciones del gobierno de Obama y Biden y dijo que no quiere que los inmigrantes tengan miedo de reportar crímenes por temor a consecuencias migratorias.

En un debate mucho más desordenado que el del miércoles, con continuas interrupciones de los turnos de sus compañeros, especialmente de la senadora Kirsten Gillibrand, el primer gran tema fue el sistema de salud público, que levantó polémica.

Sanders insistió en su plan para dar atención sanitaria universal, iniciativa a la que en los últimos meses se han ido sumando buena parte de los demócratas.

Sanders dijo que habrá "Medicare (seguro médico público) para todos" cuando la gente "se levante" contra las empresas farmacéuticas y aseguradoras de salud, al igual que en el pasado se hizo para lograr los derechos sociales.

Pero cuando el presentador preguntó quién estaba a favor de abolir los seguros privados, solo Sanders y Harris se mostraron a favor.

Biden defendió la reforma sanitaria conocida como Obamacare, programa que obligaba a la mayoría de los adultos a tener una cobertura y en el que él trabajo activamente.

"Estoy en contra de cualquier demócrata que quiera acabar con Obamacare", dijo rotundo sobre un apoyo a una reforma fiscal que contó con el respaldo del senador Michael Bennet, quien dijo que él avanzaría en cobertura partiendo de lo logrado por Obama.

En lo que todos coincidieron es que habría que incluir a los cerca de 11 millones de indocumentados en ese sistema público de salud.

El debate comenzó el miércoles con los precandidatos Cory Booker, Elizabeth Warren, Beto O'Rourke, Amy Klobuchar, John Delaney, Tulsi Gabbard, Julián Castro, Tim Ryan, Bill de Blasio y Jay Inslee. Para toda la cobertura sobre el primer grupo de candidatos, haz clic aquí.

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