Las autoridades migratorias le dieron una nueva esperanza de vida a una joven mexicana de Chicago que necesita un trasplante de riñón.
Su hermano, que es el único donante compatible, estaba a punto de ser deportado. Pero eso cambió.
El jueves se llevó a cabo el añorado encuentro entre los hermanos Argenis y Jazmín Longoria, tras semanas de presión por parte de la comunidad.
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Jazmín, de 21 años, fue diagnosticada con insuficiencia renal a los 11. Desde entonces, su madre pudo donarle un riñón, pero años después, todo tuvo un cambio inesperado cuando perdió un embarazo y el órgano donado por su progenitora.
El Servicio de Inmigración le permitió una salida temporal de seis meses, para que se pueda llevar a cabo la operación. Pero familiares y activistas ya afirman que apelarán para que se anule la deportación.