TEXAS - La historia comenzó hace unos días cuando un grupo de residentes del complejo de casas móviles “Hacienda Escondida” en Forth Worth descubrieron que habían importantes diferencias entre el dinero que creían habían dado a modo de “down payment” (pago inicial) para comprar sus “trailers”.
Es decir, al momento de tomar las propiedades, la administradora del recinto, según los residentes, les pedía entre $3,500 y $4,500 en efectivo, dependiendo de cada caso, para poder ingresar como propietarios.
El problema es que, primero, las propiedades realmente no estaban a la venta, solo a modo de renta, y segundo, que del total entregado en efectivo, la mujer denunciada solo acreditaba entre $1,000 y $1,500 quedándose así supuestamente con el resto, según los afectados.
A continuación, te compartimos los detalles completos sobre los casos: