Clinton y Sanders dominan tercer debate demócrata

El senador por Vermont se disculpó por filtración de campaña

Bernie Sanders, aspirante a la nominación demócrata para las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, pidió disculpas a su rival, Hillary Clinton, por acceder a datos cruciales sobre simpatizantes demócratas recolectados por la campaña de la exprimera dama.

"Sí me disculpo, no solo me disculpo ante Hillary Clinton, sino también ante mis simpatizantes", afirmó Sanders durante el tercer debate de primarias del Partido Demócrata en Manchester, New Hampshire. "Esta no es la campaña que queremos conducir y si cualquier otra persona de mi campaña hace lo mismo, será despedido".

"Aprecio mucho su disculpa", contestó Clinton, favorita para la nominación demócrata, que ante las preguntas de los presentadores dijo que el debate debía de moverse "hacia adelante" para que los estadounidenses pudieran oír una discusión sobre temas que tendrán impacto futuro en sus vidas.

De esta forma, la exsecretaria de Estado devolvió el favor a Sanders, senador independiente por Vermont que se define como un "socialista democrático" y que, en el primer debate, pidió menos atención mediática para los problemas de Clinton con sus "malditos correos".

La exsecretaria de Estado de EEUU aseguró también que "armar" a los ciudadanos estadounidenses "no es la respuesta apropiada contra el terrorismo", y afirmó que "tener más armas" no hará que el país esté más seguro.

Así lo consideró la también exprimera dama en el debate, en el que además participó el exgobernador por Maryland Martin O'Malley.

La violencia armada y las amenazas terroristas fueron uno de los primeros asuntos a tratar durante la batalla dialéctica, donde Clinton reiteró que es necesario que el país aborde una nueva perspectiva sobre el control de armas.

A raíz del tiroteo de San Bernardino, California, ocurrido hace dos semanas, donde murieron 14 personas, unido a los ataques de París el mes pasado, la preocupación por la seguridad en el país se ha incrementado de manera exponencial.

En ese sentido, Clinton reiteró su plan para "acabar" con el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), el cual estaría centrado en una dura campaña aérea liderada por EEUU para privar a los terroristas del territorio que controlan en Siria e Irak, así como una "campaña global" contra su propaganda de reclutamiento.

La exsecretaria de Estado dijo además "que la primera línea de defensa" de EEUU contra la radicalización deben ser las comunidades de musulmanes estadounidenses" con quienes abogó por trabajar para evitar ataques de "lobos solitarios".

Respecto a la admisión de refugiados sirios en el país, la favorita en las encuestas para ser la candidata demócrata defendió hacer los procesos de revisión de antecedentes lo más minuciosos posible, pero advirtió que EEUU no "debe sacrificar sus valores y convertirse en una nación asustada".

Por su parte, Sanders propuso una coalición internacional mucho más cohesionada para combatir a ISIS, incluyendo a Rusia y los países árabes, mientras que O'Malley achacó el éxito de los yihadistas a la falta de una mayor inversión en inteligencia.

Clinton también acusó este sábado al magnate Donald Trump: "Se está convirtiendo en el mejor reclutador del Estado Islámico. Van a la gente mostrando videos de Donald Trump insultando al Islam y a los musulmanes para reclutar a yihadistas más radicales", cargó Clinton durante el debate.

"Necesitamos asegurarnos de que esos mensajes discriminatorios que Trump está lanzando por todo el mundo no caigan en oídos receptivos", señaló la favorita para la nominación presidencial demócrata.

Durante el debate, el moderador preguntó a Clinton por su relaciones con los directores de las grandes empresas en comparación con las que mantenía hace ocho años, cuando también se presentó a la Presidencia.

"¿Deben las corporaciones de Estados Unidos amar a Hillary Clinton?", preguntó el moderador, a lo que la también exprimera dama respondió con un desenfadado: "Todo el mundo debería".

Seguidamente Sanders, su rival más fuerte en las encuestas, aprovechó la circunstancia y aseveró que de llegar a la presidencia él no obtendría el afecto de las grandes empresas y mucho menos de Wall Street, un intercambio que arrancó los aplausos de público.

Clinton ha sido acusada de mantener estrechas relaciones con las grandes finanzas estadounidenses, donde muchos identificaron la raíz de la crisis económica en la que cayó el país en 2008.

Sanders aseguró que Wall Street es "una amenaza para la economía estadounidense" y acusó a su rival Hillary Clinton, de contar con la complacencia de las grandes corporaciones.

"Recibo muchas más donaciones de estudiantes y profesores que de Wall Street", se defendió la exprimera dama para reivindicar sus políticas sociales.

"La codicia de la clase multimillonaria, la codicia de Wall Street está destruyendo esta economía", insistió el senador.

No obstante, los tres aspirantes coincidieron en la necesidad de un aumento del salario mínimo, así como de impulsar el salario igualitario entre hombres y mujeres, y Clinton aseveró que ese es el tipo de debate que deben tener con los republicanos, quienes se oponen a cualquiera de estas medidas.

Cuando los moderadores preguntaron a los precandidatos sobre el papel que tendrían sus parejas de llegar a la Casa Blanca, Clinton aseguró que seguirá siendo ella quien "escoja las flores y la vajilla" pero acudirá a su marido, el expresidente Bill Clinton, para tener su consejo sobre "misiones especiales o asuntos económicos".

Y al final de su participación, deseó a los presentes "que la fuerza esté con ustedes", en alusión al estreno esta semana de la nueva película de la saga "Guerra de las Galaxias" ("Star Wars").

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