El acusado renuncia al derecho a un juicio con jurado en Dallas y cambia su declaración de culpabilidad.
El hombre acusado en 1974 del secuestro y asesinato de Carla Walker, estudiante de 17 años de la secundaria de Western Hills High School, cambió su declaración de culpabilidad y renunció a su derecho a un jurado.
Aproximadamente a las 8:40 a.m. de este martes, Glen Samuel McCurley, de 78 años, entró en la sala del tribunal de la jueza Elizabeth Beach y cambió su declaración de culpabilidad.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 39 aquí.
Tras el cambio de declaración de McCurley, la hermana de Carla Walker le dijo a McCurley que debería haber confesado su culpabilidad antes. Ella dijo que él hizo pasar a su familia en un infierno durante años y le suplicó que confesara cualquier otro asesinato que pudiera haber cometido.
Los miembros del jurado escucharon una confesión entre lágrimas durante el testimonio del lunes, el segundo día del juicio.
Cuando McCurley fue interrogado en 2020 sobre el asesinato de Walker, se mantuvo diciendo que no mató a Walker. De hecho, dijo que nunca la había visto antes.
"No hice nada de eso", dijo con vehemencia a los detectives que lo acusaron de secuestrar y asesinar al adolescente.
Noticias
Los detectives insistieron y McCurley aparentemente confesó el crimen. Gran parte del audio del interrogatorio en video es difícil de escuchar, pero finalmente se puede escuchar a McCurley diciendo: "Supongo que la estrangulé hasta la muerte".
En los argumentos iniciales del viernes, la defensa afirmó que ninguna evidencia forense de la escena estaba relacionada con McCurley. Sus abogados también cuestionaron las otras pruebas de ADN que se confirmó que coincidían con McCurley, así como su confesión, indicando que le estaba diciendo a la policía lo que querían escuchar.
Según la policía, Walker fue secuestrada, mantenida en cautiveriao y agredido sexualmente antes de ser asesinada y abandonada en una zanja después de un baile de San Valentín hace 47 años.
Los fiscales buscan la vida tras las rejas para McCurley en lugar de la pena de muerte.
