Hace siglos, la gente creía que los hechizos malignos podían frustrarse con botellas de brujas, recipientes de vidrio llenos de cabello humano, orina, recortes de uñas, clavos de hierro y otras cosas. Incluso ahora, las espeluznantes botellas aparecen en la costa del Golfo de Texas, que se extiende desde North Padre Island hasta Matagorda Island.
El Instituto de Investigación Harte, con sede en Corpus Christi y que forma parte de la Universidad Texas A&M, compartió su último hallazgo la semana pasada en Facebook. Para ser claros, Jace Tunnell, director de participación comunitaria, no puede decir qué hay exactamente en esta botella porque se niega a abrirla.
A lo largo de los años, Tunnell encontró unas ocho botellas y nunca abrió ninguna, le dijo a McClatchy News. Tiene cinco en la cerca de su patio trasero que su esposa se niega a permitir que entren a la casa.
"La gente de determinadas culturas de todo el mundo pone vegetación u otros objetos en una botella", escribió el instituto en Facebook. "Son dispositivos contramágicos cuyo propósito es atraer y atrapar intenciones dañinas dirigidas a sus dueños".
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No se sabe de dónde provienen las botellas, pero Tunnell dijo que probablemente se originaron en el Caribe y América del Sur.
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