El porcentaje de camas de hospital ocupadas por pacientes con COVID-19 cayó este domingo por debajo del 15% en la región del norte de Texas por segundo día consecutivo, según datos de las autoridades estatales.
Ese número es significativo porque el norte de Texas, el cual está designado en el Área de Servicio de Traumatismos (TSA por sus siglas en inglés) zona E, alcanzó el umbral el jueves para revertir las reaperturas debido a los altos niveles de hospitalizaciones por coronavirus.
Los retrocesos, que se desencadenaron después de siete días consecutivos de tasas de hospitalización superiores al 15%, requirieron que los bares cerraran, negocios no esenciales para reducir la capacidad al 50% del 75% y que los hospitales detuvieran las cirugías electivas.
Para que las pautas vuelvan a la etapa anterior de reapertura de Texas, una zona TSA debe tener siete días consecutivos por debajo del 15%.
El área de servicio de trauma E estaba en 14,94% el sábado y 14,82% el domingo.
Incluso con la reducción de la capacidad y el cierre de bares, muchos médicos del norte de Texas dijeron que no estaban convencidos de que las restricciones afectarían la tasa de hospitalizaciones.
"Si los números continúan aumentando, vamos a tener situaciones en las que finalmente no tendremos una cama de UCI disponible", advirtió el Dr. Mark Casanova, quien forma parte de un panel de profesionales médicos que asesoran a los líderes del condado de Dallas sobre la pandemia.
Las áreas de servicio de trauma de Texas son 22 organismos regionales compuestos por los 254 condados de Texas. El norte de Texas se divide en siete TSA diferentes. Poco más de la mitad de los condados del norte de Texas están agrupados en TSA-E.
Según el Consejo Asesor Regional de Trauma del Centro Norte de Texas, "TSA-E es el área de servicio de trauma más grande del estado, y atiende a una población superior al 26% de la población de Texas. Eso es aproximadamente el 2% de la población de los Estados Unidos".
