Se calcula de cerca de 5 mil personas se reunieron en la Catedral de Guadalupe para marchar hasta el ayuntamiento con la finalidad que exigir una reforma migratoria.
Los participantes llevaron puesto una camisa blanca y banderas estadounidenses con la finalidad de presionar al gobierno para que se apruebe una reforma migratoria.
Mientras caminaban por el centro de la ciudad, adultos, niños y ancianos cantaban “El pueblo unido, jamás será vencido”.
Uno de los participantes fue Cassandra Guerra, quien dijo “nosotros somos humanos, no inmigrantes ilegales, debemos de juzgar a la gente por las cosas que hacen y su carácter, no por el hecho de tener un acta de nacimiento o no”.
Los participantes dijeron que su finalidad es mantenerse unidos hasta que se apruebe una reforma migratoria y seguir motivando a la comunidad hispana.
La marcha se llevó a cabo de manera pacífica y ésta fue vigilada por cientos de patrullas.