Un jurado del Condado de Tarrant determinó que Miguel Esteban Salinas, residente de Southlake, es culpable tanto de abuso sexual continuo de un niño menor de 14 años como de indecencia con un niño.
Salinas fee condenado a dos penas en prisión, por 64 y 18 años, y que el juez Mollee Westfall ordenó que se cumplieran de manera consecutiva.
Después de mudarse a la casa de su novia y sus hijos, Salinas actuó como un tutor alentador e incluso entrenándolos para sus equipos atléticos. Tomó a los niños bajo su protección,
En las declaraciones iniciales, la fiscal principal, Anna Hernández, describió a Salinas como alguien que "hizo tantas cosas que lo hicieron parecer una buena figura paterna, pero era la definición misma de un lobo disfrazado de oveja".
Después de dos años, la niña mayor comenzó a tener problemas de comportamiento y finalmente le confió a una amiga que Salinas había estado abusando sexualmente de ella desde que se unió a la familia. La niña, ahora en su adolescencia, declaró ante el jurado los años de abuso por parte de Salinas, y le dijo a los jurados que mantuvo el abuso en secreto durante tanto tiempo porque temía que la hija de Salinas, que también vivía con la familia, sería expulsada si él iba a la cárcel.
"El veredicto del jurado y la acción rápida del Juez al apilar las sentencias garantizan que el acusado tendrá 114 años antes de ser elegible para la libertad condicional. Esto habla de la atrocidad de este crimen", dijo Hernández.
