Tras la invención de las impresoras 3D que permiten fabricar juquetes, ropa, prótesis y muchas cosas más, un grupo texano autodenominado Defense Distributed logró fabricar una pistola de plástico, le metió una bala y dispararon.
La prueba fue exitosa, y desde hace años que hicieron esa prueba, han revolucionado sus diseños y la calidad del producto final.
Pero el gobierno federal los demandó porque las armas no tienen un número de serie que permita registrarla antes las autoridades y mucho menos rastrearla en caso de un crimen.
Ahora, la compañía DEFCAD en Austin, Texas, ganó la demanda hace unos días argumentando que es un derecho que otorga la Constitución de Estados Unidos, según una NBC 5.
Y anunció que a la medianoche de este 1 de agosto de 2018 publicará en internet los esquemas para que quien lo desee, pueda fabricar sus propios rifles y pistolas si es que posee una impresora 3D.
Tres grupos de prevención de la violencia está pidiendo a un Juez en Texas que bloquee esa resolución y no se permita la publicación de los esquemas.
