“Manos en alto, no disparen”

“Manos en alto, no disparen”

GRAPEVINE, Texas – Cientos se dieron cita en el Ayuntamiento de Grapevine para protestar por la muerte de un inmigrante indocumentado que murió tras ser baleado por un policía.

“Hands up, don’t shoot” (manos en alto, no disparen) fue el lema que usaron los más de 200 manifestantes este martes por la noche, pidiendo justicia por la muerte de Rubén García Villalpando.

Villalpando, de 31 años, fue baleado en el pecho en dos ocasiones este 20 de febrero por un policía tras una corta persecución que terminó en Euless, Texas, a orillas de la autopista estatal 121.

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El oficial Robert Clark del Departamento de Policía de Grapevine baleó a Villalpando cuando éste salió de su auto con las manos en alto y empezó a caminar hacia él aun cuando el oficial le ordenó que se detuviera.

“Are you going to kill me?” (¿Me vas a matar?) y “Justice 4 Ruben” (Justicia para Rubén) fueron las frases impresas en carteles que portaron los manifestantes durante la protesta mientras gritaban que enviaran a los policías asesinos a la cárcel.

Domingo García, el representante de la familia del difunto, pidió al Concilio de la ciudad una copia del video de la balacera y el despido del oficial, reportó el diario Star-Telegram.

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Por su parte, las autoridades locales le enviaron una carta a los residentes de Grapevine, pidiendo a la comunidad retener cualquier opinión o juicio sobre la balacera ya que, dijeron, todas las dudas serán aclaradas al darse a conocer el video.

El gobierno mexicano condenó la balacera este 25 de febrero, calificándola como el resultado “[d]el uso desproporcionado de la fuerza letal que resulta en la pérdida innecesaria de vidas y erosiona la confianza que debe existir entre las autoridades y las comunidades en las que operan”.

A Villalpando le sobreviven su esposa Marta y cuatro hijos.

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