Aplazan ejecución de un miembro de los “Texas Seven”

No se ha establecido una nueva fecha de ejecución para Murphy y no está claro cuándo se escuchará su demanda en el tribunal.

Patrick Henry Murphy Jr., miembro de la banda criminal Texas Seven y cuya ejecución estaba planeada para el próximo 13, recibió otra suspensión de la ejecución.

Murphy, es uno de los dos únicos integrantes vivos de la banda criminal que en la víspera de navidad del 2000, participó en el asesinado del oficial de policía de Irving, Aubrey Hawkins.

Muy organizados y con todos los detalles planeados durante meses, la tarde del 13 de diciembre del 2000, los Texas Seven lograron reducir al personal de una cárcel en San Antonio. Les robaron ropa y armas, y lograron salir del penal en una furgoneta.

Los fugitivos se mantuvieron unidos durante los días posteriores a la fuga y perpetraron varios robos logrando eludir el gran operativo de búsqueda y captura, lo que calificaron como la mayor fuga de la historia de Texas.

Pero noche del 24 de diciembre de 2000, asaltaron una tienda de deportes en Irving, Texas. Robaron 40 armas, dólares en efectivo y ropa de invierno, pero un policía se cruzó en su camino después de que un testigo llamó al 911.

Sin ningún tipo de intención de volver a la cárcel, cinco de los fugados abrieron fuego contra el agente, Aubrey Hawkins, que en ese entonces tenía 29 años y que salía de celebrar la cena de nochebuena con su familia. Después lo arrollaron con su furgoneta. El oficial recibió 11 balazos.

Originalmente, Murphy estaba programado para ser ejecutado el 28 de marzo, pero recibió una suspensión de la ejecución después de presentar una queja de que el protocolo del Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ) no permitía la presencia de un asesor espiritual si el asesor no era un empleado del TDCJ.

Murphy es un budista practicante y el TDCJ no emplea un capellán budista y su demanda alegaba que no se le habría dado el mismo trato que a los reclusos cristianos o musulmanes que están acompañados en la cámara de la muerte por un asesor espiritual o capellán.

En respuesta, el TDCJ revisó su política el 2 de abril que rechazó la presencia de cualquier capellán o asesor espiritual en la cámara de ejecución, eliminando la preocupación por la discriminación.

El 18 de abril, Murphy modificó su queja para reflejar el cambio de política del TDCJ y se centra ahora en la interacción que tiene un recluso con su asesor antes de ingresar a la cámara de ejecución.

No se ha establecido una nueva fecha de ejecución para Murphy y no está claro cuándo se escuchará su demanda en el tribunal.

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