Entre las víctimas de los tornados también se encuentran algunas personas que acostumbran a ayudar a otros en los desastres.
Se trata de oficiales cuyas viviendas también fueron completamente destruidas con el paso de los tornados.
Un miembro activo de los marines cuenta que de sus uniformes y pertenencias militares solamente le quedó una bota.
Un oficial de la policía de Dallas dice que un tornado lo dejo en Lacalle.
Entre los policías se han organizado para ayudarse mutuamente.
Según la asociación de policías, 27 agentes del norte de Texas se vieron afectados por la tragedia y cinco de ellos perdieron sus viviendas por completo.
