A casi dos semanas de la masacre de policías de Dallas, el colegio “El Centro” reabrió sus puertas.
El jefe de la policía del colegio relató paso por paso cual fue la trayectoria de Micah Johnson por el plantel mientras acechaba y disparaba contra los uniformados esa trágica noche.
Él dijo que Johnson estacionó su vehículo en el exterior de la entrada sobre la calle Lamar, brevemente platicó con dos policías y luego les disparó.
Varios agentes dispararon en contra de Jhonson, pero él usó los pilares del edificio para resguardarse e intercambiar disparos.
El sujeto abrió fuego contra las puertas de vidrio del colegio para escapar las balas y entrar al edificio, al no poder hacerlo se dirigió hacia las puertas sobre la calle Elm y Main donde volvió a disparar contra las puertas para ingresar.
Policías se percataron de los rastros de sangre desde la entrada hasta una escalera y fue ahí donde se desató otro tiroteo entre el sujeto y los oficiales.
La escalera quedó marcada con disparos y una parte de la pared tuvo que ser cortada par que el FBI pudiera llevársela como evidencia.
Local
Johnson subió hasta la biblioteca y desde los ventanales del pasillo disparó en contra de los agentes que estaban en la calle Elm.
El jefe de la policía dice que los agentes intentaron negociar con el sujeto pero como no funcionó, enviaron al robot que cargaba el explosivo en ese pasillo.
Los daños causados por la detonación son evidentes desde el techo del cuarto hasta las paredes y el piso.
El colegio tendrá consejeros disponibles para estudiantes y maestros ya que cuando todo esto ocurrió se estaban llevando varias clases en los pisos superiores pero afortunadamente pudieron salir ilesos.
