Gracias a que se ha logrado mantener una lucha frontal contra la pandemia y que los números lo demuestran, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que permitirá que negocios reabran hasta un 75% de capacidad.
Dijo que las hospitalizaciones son un buen medidor de que la pandemia esta empeorando o que esta mejorando. Lo ideal, precisó es que sea menos del 15%.
Al respecto, dijo que tres regiones hospitalarias, de 22 que hay en Texas, necesitan trabajar arduamente para bajar los números de COVID-19. Victoria, Laredo y el Valle, pero las otras 19 regiones están listos para empezar a volver a la normalidad.
Esto significa que los restaurantes, tiendas, oficinas, fábricas, gimnasios y cines que están en las regiones con menos del 15% de casos en hospitales, pueden reabrir al 75% a partir del 24 de septiembre.
Pero los bares seguirán cerrados.
Reconoció que el COVID-19 sigue presente en Texas y no es momento de reabrir totalmente el estado, aunque muchos lo piden porque la situación ha mejorado, según ellos.
Pero gracias a los texanos que han seguido las recomendaciones es que se pueden empezar a hacer cosas como la visita a los asilos de ancianos.
Según las cifras reportadas este miércoles, se registraron 3,409 nuevos casos y 135 muertes en el estado. La cifra total de casos confirmados llegó a 674,772 y de muertes a 14,478, lo que ubica a Texas como el segundo estado en número de casos después de California y el tercer estado más afectado en muertes el país después de Nueva York y New Jersey.
''Estar al pendiente y vigilantes es la mejor manera de mantener los contagios a la baja y los texanos han logrado hacerlo acatando las regulaciones, incluso luchando de forma limitada para mantener la economía'', destacó Abbott.