El gobernador Greg Abbott, aseguró que Texas es el estado con menos casos de COVID-19 en relación con el país y que van a continuar con la reapertura del estado para que se reactive la economía y las personas continúen regresando a sus trabajos.
Aun así, destacó que muchas personas de alrededor de 30 años han resultado positivas a COVID-19 y cree que podría ser por las celebraciones de Memorial Day o quienes podrían haber visitado restaurantes y bares. Por eso, estarán pendientes de que se sigan las reglas para evitar más contagios.
Por su parte, el juez del condado Dallas, Clay Jenkins culpó al mandatario por la reapertura y limitar la capacidad local para hacer cumplir el mandato del uso obligatorio de mascarillas, acorde con las propias recomendaciones del gobernador desde el principio.
''Simplemente le pido al gobernador que lidere el requisito de usar mascarilla que los expertos médicos dicen que es lo más importante que podemos hacer en este momento para evitar la propagación o permitir que los gobiernos locales liderar en este importante tema. Me complace que otros líderes locales también llamen al gobernador para que requiera máscaras a través de la acción gubernamental o permita que los gobiernos locales tomen esa decisión por sus comunidades", señaló Jenkins en una declaración enviada a los medios.
El juez del condado Dallas recalcó nadie podría ser encarcelado por no usar una máscara bajo sus órdenes o de la ciudad de Dallas. ''Hicimos requisitos a partir de las recomendaciones del gobernador y su abogado Ken Paxton nos escribió una carta exigiendo que rescindiéramos nuestros esfuerzos y diciendo que no lo querían de esa manera'', precisó Jenkins.
Durante la conferencia de prensa, Abbott dijo que el pasado 10 de junio fue el día en que se tuvo más casos en Texas pero hay que analizar las métricas. Fueron dos condados, Jefferson que tuvo 500 casos en un día por los resultados de reos de una cárcel y que llegaron todos al mismo tiempo y el condado Pecos, donde tuvieron más de 90 casos y que por un error, sucedió lo mismo.
''En el condado Collin, por ejemplo, se presentan de 25 a 50 casos nuevos. Pero hoy se registran 150, y es porque llegaron todos los casos de todo un centro de retiro. Eso es lo que pasó'', explicó Abbott.
Abbott explica que esto es lo que se analiza diariamente y que ahora se enfocan en recuperaciones para poder tener un balance de la capacidad de los hospitales.
El mandatario estatal señaló que hoy se reportan 2,622 y el motivo es que por ejemplo, el condado Collin, usualmente tiene de 25 a 50, pero hoy se rebasó porque las pruebas llegaron de una casa de cuidado de ancianos y eso les permitirá canalizar los recursos a ese sitio.
''Se espera que los resultados que llegan de cárceles y casas de retiro que han resultado positivos, vaya disminuyendo'', destacó Abbott.
Informó que al momento hay 2,500 personas hospitalizadas por COVID-19 en Texas.
Abbott exhortó nuevamente a que hay que quedarse en casa, ponerse la máscara, evitar las multitudes y usar desinfectante de manos.
En los últimos días, los alcaldes de Austin y Dallas, dos ciudades que ven un fuerte repunte en casos y hospitalizaciones, instaron a la implementación de distanciamiento social y uso de máscaras.
El número real de personas que han contraído el virus es probablemente mayor porque muchas personas no se han realizado la prueba, y los estudios sugieren que las personas pueden infectarse y no sentirse enfermas.
El juez del condado de Dallas, Clay Jenkins, calificó las crecientes hospitalizaciones como un indicador de un problema mayor.
"El iceberg debajo del agua es obviamente mucho mayor que el iceberg sobre él y un pequeño aumento en las hospitalizaciones indica un aumento mayor en la enfermedad", dijo Jenkins.
