Dos años después del atentado contra la sede del Departamento de Policía de Dallas, sigue lapreocupación por la falta de medidas básicas de seguridad en sus siete subestaciones de patrulla.
"Dos años es inaceptable. 2,800 agentes merecen, al menos, una valla de seguridad alrededor de los estacionamientos de las subestaciones - Central, Norte Central, Noreste, Noroeste, Sur Central, Sudeste y Suroeste", dijo Mike Mata, presidente de la Asociación de Policía de Dallas, la unión policial más grande de la ciudad.
El 13 de junio de 2015, un sospechoso abrió fuego desde una camioneta blindada contra la sede de la policía de Dallas, disparando más de 100 cartuchos de un rifle semiautomático, y plantó cuatro bolsas, una de las cuales contenía bombas.
Una de ellas fue colocada en un vehículo en el estacionamiento y explotó antes de que pudiera ser desactivada por el robot anti-bombas.
Desde entonces, hay un oficial de policía de Dallas actuando como un guardia de seguridad en los estacionamientos de la subestación las 24 horas del día.
"Ese oficial no puede cubrir adecuadamente un estacionamiento entero", dijo Mata, quien es un sargento en la división de patrulla del noreste. Aparte de eso, es una pérdida de mano de obra.
En los últimos meses ha habido al menos dos incidentes que han añadido mayor preocupación por la seguridad.
En febrero, un pistolero no identificado disparó hasta en 9 ocasiones desde un vehículo en movimiento a la subestación de patrulla Sur Central. Las balas rompieron el vidrio y causaron otros daños a la propiedad, pero nadie resultó herido.
En abril, un hombre fue arrestado en la subestación de patrulla del suroeste. Él tenía una máscara, dos armas cargadas y le dijo a un oficial que tenía la intención de disparar.
Este viernes 7 de julio de 2017, se conmemora un año de la masacre en que murieron 5 policías de Dallas durante una manifestacion contra el abuso policial.
