Con dificultades para respirar, un niño prácticamente ''se fue tres veces'' le dijeron los doctores a su madre, y ella le pidió a Dios que no se lo llevara, que le diera una oportunidad para vivir.
Y se la otorgó porque ahora, ese pequeño es todo un atleta destacado en su escuela y buen estudiante.
''Era una pesadilla, y tuve que aguantar verlo conectado a muchas máquinas, es algo que no le deseo a ninguna madre'', recuerda la madre de Josiah Zapata.
El pequeño salió del hospital, con la nueva oportunidad de vida, pero a los 3 años de edad se dieron cuenta que no podía oir, y ahí empezó una nueva batalla.
Con aparatos especiales, Josiah empezó a escuchar el mundo que lo rodeaba y a pesar de sufrir un aprendizaje lento, llegó a la secundaria siendo un buen estudiante, un destacado jugador de futbol americano y un corredor que en las pistas ha roto tres marcas de atletismo.
Un ''guerrero del silencio'' que aprendió a hablar, a escuchar y por sobre todo, a estar conciente de la vida que le fue otorgada, y por la que sigue luchando para superar los últimos problemas de salud y alistarse para ir a la universidad.
