Con el inicio de vacaciones decembrinas, el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) inicia su operativo contra conductores que manejan bajo la influencia de alcohol o drogas (DWI/DUI).
Por ello, se verá en las carreteras un incremento de patrullas y retenes del 21 de diciembre de 2018 al 5 de enero de 2019, para detectar a los infractores, arrestarlos y sacarlos de las vialidades para evitar tragedias.
Si los conductores se rehúsan a un exámen de sangre o con el alcoholímetro, los oficiales buscarán ordenes de arresto para aquellos que hayan sido detenidos por DWI.
Las multas son de $2,000 dólares, 180 días de cárcel y pierden la licencia de manejo por un año para quienes infringen por primera vez.
Para los reincidentes, según el caso, las multas, costos legales, clases, seguro de auto, puede incrementar a gastos de hasta $17,000 dólares. Además de estar en la cárcel varios meses y perder la licencia de manejo para siempre.
Según autoridades, en el 2017 murieron 944 personas relacionadas a DWI en autopistas de Texas. Cada 20 minutos muere alguien o termina herido en un choque en el que está involucrado un conductor alcoholizado.
