Así se formaron intensas rachas de vientos en el Metroplex

Las tormentas que afectaron el domingo partes del norte de Texas provocaron una tarde activa y dejaron varios daños a su paso. Estas tormentas son alimentadas por aire cálido y ascendente. Esto provoca que la humedad a medida que asciende en la atmósfera se condense, por lo que la nube se mantiene activa y en crecimiento.

Las descargas eléctricas y fuertes lluvias también son parte fundamental de las tormentas. De hecho, el aire ascendente mantiene esas gotas de agua suspendidas en el aire.  

Cuando este flujo de viento ascendente no logra contener esas gotas de agua, ocurre una descarga de éstas por lo que lluvia viene acompañada de fuertes vientos. Al este viento alcanzar el suelo, se dispersa provocando fuertes ráfagas de viento lo que puede provocar serios daños.

El pasado domingo, a eso de las 12:57 pm en Denton se reportaron ráfagas de 60 mph. En el condado Dallas, se reportaron ráfagas de 63 mph esto en UTD Richardson a la 1:34 p.m., mientras la ráfaga más fuerte fue de 71 mph y fue reportada en el aeropuerto de Dallas Love Field a la 1:45 pm. Estos son solo algunos de los reportes de vientos reportados el domingo.

En muchas ocasiones, estos daños pueden confundirse con los asociados a los tornados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que un tornado es una columna de aire rotatoria que se extiende de la base de la nube hasta el suelo. Este panorama no fue el que se experimentó ayer en partes del norte de Texas, por lo que los daños están más asociados a estas corrientes de viento que descienden de las tormentas y no de un tornado.

Estas fuertes descargas o ráfagas de viento, es muy difícil pronosticarlos, sin embargo hay indicios de severidad en las tormentas que pueden alertar y ayudar a emitir avisos. De hecho, varios avisos de tormentas severas fueron emitidos el domingo con relación a estas tormentas notificando la posibilidad de experimentar vientos de más de 70 mph en el área de Dallas-Fort Worth.

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