Juicio por la tortura y muerte de una niña de Grand Prairie

Jeri Quezada, madre de una niña de 4 años que fue torturada, golpeada en la cabeza y en el estómago, testificó contra su novio Charles Phifer, quien está acusado de homicidio capital.

En el segundo día del juicio, la madre quien ya se había declarado culpable el año pasado, aceptó testificar contra Phifer a cambio de una sentencia de 50 años tras las rejas.

Sin mostrar emociones, Quezada respondió vagamente las preguntas de la fiscalía y dijo que su hija Leileana Wright merece justicia y que ella no era la única que la mató el 12 de marzo de 2016 en Grand Prairie, Texas. 

Durante su juicio, admitió que ella y su novio Charles estaba drogándose con heroína. Pero se enojó cuando escuchó a su hijo menor llorar porque Ileana se tomó su jugo. La madre salió de la casa y al regresar encontró a la pequeña colgada y atada de la cintura dentro de un closet y falleció más tarde.

El cuerpo de la menor mostraba lesiones por fuertes golpes en la cabeza, pecho y estómago, provocado por puñetazos, un cinturón y una rama de bambú.

Los abogados le preguntaron hoy si ella admitió haberla golpeado ese día y respondió que no recordaba. Entonces le preguntaron que si lo negaba y respondió que no estaba segura de lo que dijo.

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