Más de 200 jóvenes y profesores se reunieron en una vigilia en honor de una adolescente que con su muerte, ha dado esperanzas de vida a varias personas.
Jacquelin Stephany de 15 años de edad y alumna de la escuela Wilmer Hutchins High School en Dallas, fue desconectada de los aparatos que la mantenían con respiración artificial.
Su madre, Angie Rodriguez, no se arrepiente de la dolorosa y difícil decisión.
“Me siento devastada por la pérdida de mi hija pero vine para decirles que ella sufrió mucho bullying en esta escuela, me lo decía, pero yo no vengo a reprocharles nada, sino a decirles que se amen”, señaló la madre.
La semana pasada, la adolescente se sintió mal y su madre pasó a recogerla a la escuela, la dejó en la casa y se durmió. La madre salió y al regresar, la casa se estaba incendiando.
Los bomberos la rescataron con vida y la llevaron al hospital. Pero sus heridas eran graves y los médicos informaron que el corazón había dejado de latir varios minutos. Aunque los paramédicos habían logrado revivir el corazón, su cerebro ya no tenía actividad.
“Yo tome esta decisión y dispuse de sus órganos para que salve a tres vidas. Tome esa decisión que me costó tomarla”, dijo la madre.
