TEXAS - El aumento en el número de contagios no solo inquieta a las autoridades, sino también a los dueños de negocios donde algunos de ellos han optado por el cierre voluntario de sus puertas para proteger a clientes y empleados.
Eso a pesar de que no hay ninguna regla emitida por autoridades locales o estatales para que los negocios aún permanezcan cerrados.
En uno de los distritos de entretenimiento del condado Dallas, sobre Cedar Springs, el COVID-19 causó una disminución de visitantes en centros nocturnos.
“Se bajó bastante la llama del Kaliente. Ni modo, pero si es por el bien de todos hay que hacerlo”, dijo Juan Alberto Rey, propietario de Kaliente Bar.
Tres semanas después de su reapertura, y después de dos meses sin operación desde el inicio de la pandemia, dicho negocio tomó la decisión de cerrar, según se indicó en las redes sociales.
Por su parte, la Cámara de Comercio Regional de Dallas indicó que están monitoreando cuidadosamente la cifra de contagios en el condado Dallas.
Angela I. Farley, directora de comunicaciones de la cámara regional, agregó que ellos quieren que los negocios estén abiertos pero que lo hagan de manera responsable.
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