TEXAS - La pandemia por el COVID-19 continúa afectando a miles de comerciantes en el norte de Texas y más ahora que se acerca la noche de brujas.
Tal es el caso de la señora Catalina Contreras en Oak Cliff quien asegura que la venta de disfraces para niños ha disminuido un 70 por ciento, pero las ventas para disfraces de adultos se ha mantenido.
“Está crítica la situación ahorita. Está muy crítica porque te digo pues se ha bajado las ventas en todo”, dijo Contreras.
Según la Asociación Nacional de Comerciantes, las ventas por Halloween en el país bajarán de $8,780 millones de dólares a $8,000 millones comparado al año pasado, lo cual es algo que la señora Contreras espera que cambie.
Solitario luce uno de sus característicos payasos, la falta de negocios no solo a ella la afectó
“Para esta semana, la última semana no podía caminar la gente aquí y ahorita mire cómo está”, explicó mientras señalaba su negocio.
Sobre la participación en celebraciones de Halloween, dicha asociación anticipa una baja del 58 por ciento.
