La muerte de un bebé por sofocamiento y dentro de un ropero, ha puesto en alerta a las autoridades en el norte de Texas y ha provocado una intensa discusión en redes sociales.
El pequeño de tan sólo 9 meses fue dejado dentro de un ropero y murió mientras dormía después de deslizarse hacia abajo en su misma sillita, informaron investigadores.
En Texas, existen alrededor de 9 mil centros con permiso del Estado y más de 6 mil personas con entrenamiento que lo hacen de manera individual.
Pero el problema surge cuando hay muchos lugares que no tienen este permiso, ni entrenamiento. Tal y como presuntamente sucedió en este caso que es investigado por los Servicios de Protección al Menor (CPS).
La madre de 21 años de edad, dejó a su bebé en esta casa que según ella, encontró en Facebook. Ahora pide a los padres de familia que revisen primero el lugar donde van a dejar a sus hijos, porque ella se equivocó y no lo hizo.
Marcela Gutiérrez, una persona entrenada y con permiso, dijo en entrevista con Telemundo 39 que sin permiso no hay garantía y que los padres de familia deben ser muy estrictos con esto.
“Son tres pasos muy sencillos: enséñame tus permisos, ¿cuántos niños tienes? ¿Cuántos asistentes tienes? y quiero ver el lugar donde vas a tener a mi hijo”, explicó Gutiérrez.
Y es que hay guarderías con permiso que pueden ser económicas como 500 dólares mensuales y hay quienes cobran hasta mil mensuales.
La policía informó que el niño identificado como John Norris, era uno de casi una docena que se cuidaban el pasado lunes por la noche en una casa en el bloque 600 de Woodpecker Lane, en el noroeste de Fort Worth.
"Parece que la correa inferior del cinturón no estaba bien abrochada y el niño se deslizó por el asiento. El cuello del bebé estaba atrapado entre la hebilla del cinturón del portador de coche y el mecanismo de la correa", dijo un oficial.
