MÉXICO - El conflicto entre periodistas de medios de comunicación y blogueros que acuden a las conferencias de prensa diarias del presidente Andrés Manuel López Obrador derivó en las últimas horas en gritos, empujones e incluso amenazas de muerte.
"Amor y paz", expresó López Obrador este jueves, un día después de que su rueda de prensa terminara en un duro enfrentamiento entre blogueros que son defensores a ultranza del presidente y reporteros que ejercen un periodismo más crítico hacia su gestión.
El miércoles, el bloguero Paul Velázquez, quien lleva un parche en un ojo por un supuesto atentado, dijo esperar que la periodista Isabel González "reciba un balazo", durante la retransmisión en la puerta de Palacio Nacional de un programa de YouTube que apoya al presidente.
La reportera aprovechó el jueves su turno de palabra en la conferencia de prensa para pedir al presidente "protección" frente a estas amenazas, pero López Obrador se limitó a pedir la "reconciliación" entre las personas que acuden a las conferencias matutinas.
"Ayer fue un día negro para las mujeres que cubren Presidencia de la República. Fui víctima de un acto de incitación al odio y a la violencia por parte de un individuo que está a mí lado y que trae un parche", relató la periodista al presidente.
Isabel González dijo que recibió esta amenaza después de referirse al bloguero como "un pirata falso" ya que, según la periodista, Velázquez llega todos los días a las conferencias del presidente sin parche y se lo pone cuando entra a Palacio Nacional.
"Quiero que se busque una reconciliación, que nos perdonemos", respondió López Obrador, quien afirmó que condena "todas las violencias", ante la insistencia de los periodistas de la sala.
Además, el mandatario respondió: "no le vamos a cerrar la puerta nadie" a la petición de los periodistas que desde hace meses piden que no se deje entrar al palacio a blogueros y supuestos reporteros que se limitan a alabar al mandatario.
La declaración del bloguero contra Isabel González llegó justo al finalizar una de las conferencias más tensas que se recuerdan del presidente, quien ofrece una rueda de prensa de lunes a viernes a las 7.00 a.m. desde que asumió el poder en 2018.
El miércoles, Marco Antonio Olvera -portavoz del Movimiento Nacional por la Esperanza, de René Bejarano, un político incondicional de AMLO que hace años fue exhibido recibiendo un maletín con dinero- aprovechó su turno de pregunta para pedir al presidente una "investigación" contra la analista política y periodista Denisse Dresser y la reportera y activista Frida Guerrera por su apoyo al paro de mujeres del lunes 9 de marzo.
Olvera sugirió que esas mujeres, entre otras, reciben financiamiento de la derecha y de organizaciones internacionales, patrocinadas supuestamente por George Soros, para promover el paro feminista con el objetivo de desestabilizar el gobierno de López Obrador.
Estas infundadas acusaciones derivaron en un pleito entre Olvera y Guerrera, quien estaba presente en la rueda de prensa, justo cuando el presidente salió de la sala.
La activista enfrentó a Olvera asegurando que nadie le paga para documentar feminicidios y le reprochó las actitudes machistas que durante meses las periodistas vienen denunciando contra Olvera y el mismo Velázquez, quien hace meses las llamó "prostitutas de la información".
El enfrentamiento derivó en gritos y empujones entre decenas de personas que estaban en la sala donde el presidente ofrece sus conferencias de prensa, como registraron diversos vídeos difundidos en redes sociales por los periodistas implicados.
Durante este altercado, otra de las blogueras e integrante de la organización de mujeres de Morena, el partido fundado por AMLO, gritó con tono burlón: "Sí, somos corruptos y sinvergüenzas, pero no unos pinches gatos que namás vienen a hacer periodismo con rigor".
El miércoles, el portavoz de la Presidencia, Jesús Ramírez, fue mucho más tajante en Twitter que López Obrador un día después, ya que condenó los actos de violencia contra las periodistas que cubren las llamadas "mañaneras".
"La violencia, amenazas, agresiones y acoso que reciben las mujeres periodistas son inaceptables y constituyen un delito. El gobierno de México actúa para acabar con la impunidad. En las 'mañaneras' tampoco se permitirá que ningún periodista agreda a otro", expresó.