¿Dónde quedan los bebés muertos no reclamados?

Detrás de esos pequeños cuerpos hay historias de dolor y abuso.

Son los hijos de nadie. Aquellos bebés que están solos, que fueron abortados, abusados, quizá asesinados y abandonados en basureros, vía pública, hospitales o morgues.

Esas almas podrían quedar en el olvido, pero la asociación civil Los inocentes de María se encarga de una noble labor: recupera los cuerpos, les da una identidad y una digana sepultura. 

"Hay niñas de dos meses de edad, violadas hasta la muerte", revela Brenda del Río.

En Jalisco, un estado azotado por la violencia, Del Río fundó la organización. Sus ojos han presenciado los actos más crueles cometidos contra menores. 

"Vimos niños que metían en agua hirviendo, un niño de un año o año y medio  deshacérseles sus piernitas, niñas quemadas con la plancha", detalla. 

Una vez que los cuerpos son rescatados, son cremados y representados en una figura de cerámica; después, las cenizas se llevan a un templo y ahí se les bautiza ante Dios y se registran ante la sociedad. 

"Es un derecho el ser reconocido jurídicamente", dice el abogado David Torres.

Las cifras reflejan la realidad: en México cada día tres menores de edad son asesinados. 

Además, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, este país encabeza las listas de violencia infantil. 

Mientras los servicios forenses se llenan y los cuerpos deambulan en frigoríficos, Brenda del Río continuará buscando a los hijos de nadie, que también merecen un descanso en paz.

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