Más dudas que certezas en homicidio de periodista

Las líneas de investigación desde un robo hasta un ataque vinculado a su trabajo.

La policía continúa con la búsqueda de pistas que le permitan saber qué fue lo que pasó.

Centímetro a centímetro la casa ha sido revisada y los vecinos interrogados, pero nadie parece haber visto o escuchado el momento en que la periodista Alicia Díaz fue asesinada.

"Deberíamos de tomarlo de las dos formas, como feminicidio y como el asesinato de una compañera periodista", dice Melva Frutos, integrante de la Red de Periodistas del Noreste.

Como muchos, Melva conocía a Alicia desde hace varios años, y sabía que llevaba una vida intachable, era tranquila, amaba correr maratones y pasar tiempo con su familia y jamás -asegura- le conocieron a un enemigo.

"Sorprendidos, nos duele, nos duele mucho, y en lo que podamos servir…", dice Enriqueta Villela, vecina de Díaz.

En su carrera, la periodista colaboró con varios medios de comunicación nacionales cubriendo la fuente de finanzas y negocios; desde enero, colaboraba en el diario El Financiero, donde hoy aparece su foto.

Y a eso dedicó su vida, aseguran sus seres queridos, a quienes les extrañó saber que alguien la mató a golpes al interior de su hogar, en medio de la noche mientras sus hijos dormían.

Según la investigación, por la mañana, uno de ellos la encontró en la planta baja de la casa, estaba boca abajo y tenía huellas de violencia; de inmediato llamó a la policia y al igual que su hermano explicó que no escucharon ruidos, ni gritos de auxilio.

Al igual que los defensores de los derechos humanos, el gremio periodístico del país exigió una profunda investigación del caso, pero sobre todo, que atrapen a sus asesinos.

"Una vez más se constata que la violencia nos está ganando la partida", dice Consuelo Morales, del centro de derechos humanos.

Mientras todo se aclara, su familia le dio el último adiós publicando una fotografía con la leyenda "no se mata la verdad... matando periodistas".

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