
MÉXICO - El gobierno de México solicitó formalmente a España la extradición de Emilio Lozoya, exdirector de la compañía petrolera estatal Pemex, informó el martes la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La noticia corrió de manera paralela al anuncio de que el abogado defensor de Lozoya, el reconocido penalista español Baltazar Garzón, era uno de los miles de enfermos aquejados por la pandemia del COVID-19.
Lozoya fue arrestado en febrero en el sur de España. México lo había perseguido por todo Europa durante meses bajo acusaciones de que aprobó un contrato ilegal mientras lideraba Pemex.
Lozoya, uno de los hombres de mayor confianza y amigo personal del expresidente Enrique Peña Nieto, siempre ha negado haber recibido sobornos.
El mes pasado, un tribunal español falló que Lozoya podría darse a la fuga y que debía permanecer detenido mientras se procesaba su caso de extradición.
Cuando fue arrestado en el puerto de Málaga, en el sureste de España, Lozoya tenía una licencia de conducir que mostraba su fotografía, pero un nombre distinto, de acuerdo con el comunicado emitido por el tribunal.
Lozoya fungió como director de Pemex entre 2012 y 2016, durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto. También fue una figura central en la campaña electoral de Peña Nieto.
SU ABOGADO, HOSPITALIZADO POR COVID-19
El abogado de Lozoya, el famoso exjuez Garzón ingresó el martes a una clínica de Madrid, luego de que los últimos cinco días presentó los síntomas del COVID-19, como fiebre y dolores de pecho.
De acuerdo con medios de España, el también exmagistrado de la Audiencia Nacional llegó al centro hospitalario con un cuadro de insuficiencia respiratoria y tras realizarle la prueba pertinente, dio positivo a la enfermedad.
La condición de salud de Garzón y la crisis sanitaria que enfrenta España en este momento complican la situación jurídica de Lozoya.